El tercer Congreso Internacional sobre Migración de Aves y Cambio Global ha concluido en Tarifa con las conclusiones de tres días de intensas y novedosas ponencias. Expertos de todo el mundo han explicado sus investigaciones al centenar de colegas presentes, bajo un cielo cruzado por docenas de especies y miles de ejemplares de aves en su ruta hacia África tras la reproducción.
El resultado del encuentro ha sido calificado por Miguel Ferrer, presidente de la Fundación Migres, como “extraordinario”, y se espera que la cuarta cita de la ornitología mundial se realice en poco tiempo.
Las conclusiones señalan que persisten incógnitas, como no puede ser de otro modo ante un cambio en parámetros fundamentales para la vida silvestre que se ha acelerado de forma reciente, y hasta ahora sin detenerse. No obstante, algunas certezas van apareciendo gracias al trabajo continuado de grupos de investigación.
En este sentido, las conclusiones valoran la existencia de una infraestructura como el CIMA (Centro Internacional de Migración de Aves) que gestiona la Fundación Migres en Punta Camorro (Tarifa), ya que se ha erigido como un lugar de referencia a la hora de conocer un fenómeno que en el Estrecho se produce con adelanto, dadas las muy diferentes condiciones de los dos mares que separa.
Los avances en la tecnología de seguimiento de especies han sido espectaculares, y han permitido testar ideas que hace apenas diez años ni siquiera se podían imaginar
Las conclusiones de este importante congreso dejan patente que los avances en la tecnología de seguimiento de especies han sido espectaculares, y han permitido testar ideas que hace apenas diez años ni siquiera se podían imaginar. Además,irá en aumento dada la velocidad de desarrollo tecnológico.
Se ha puesto de manifiesto la discusión científica, que lleva tiempo candente y viva, sobre la parte del comportamiento migratorio que está genéticamente controlada en el individuo, y la que depende de la flexibilidad. Sigue siendo tema de discusión, pero parece claro que algunos grupos de especies muestran cambios que no son explicables bajo la genética, sino que gran parte se debe a la flexibilidad del comportamiento y al aprendizaje.
Por otro lado, la capacidad de transporte y distribución de ‘viajeros’ como semillas por parte de las aves tiene un potencial mayor del que imaginamos, y por tanto cambios en los comportamientos migratorios como los de las aves acuáticas puede afectar mucho a la distribución de plantas e invertebrados que son transportadas por ellas.
La presencia de patógenos y parásitos puede afectar de manera muy significativa a la capacidad de migración de las aves, lo cual parece un factor importante para considerar a las aves migratorias como malos vectores para la transmisión de patógenos.
También se ha puesto de relevancia el comportamiento social en los cambios migratorios. Hay más evidencias de que muchos aspectos de la migración están regulados por la atracción por el grupo. No sólo para individuos de la misma especie, sino que también se da entre los de diferentes especies. Unos siguen a otros y eso puede explicar cosas como que el águila imperial pase a África en ocasiones siguiendo a los buitres leonados; al igual que el buitre de Rupert pasa a Europa con esos mismos ‘guías’. Las relaciones sociales gobiernan estos comportamientos de migración.
Se ha manifestado no solo que hay cambios en las fechas de paso, sino que hay diferencia dentro de la misma especie según sexos y clases de edad. En general, y en aves de gran tamaño, aunque los jóvenes abandonan antes las poblaciones reproductoras, son los últimos en pasar por el Estrecho dado su menor conocimiento.
Por otra parte, no hay mucha información sobre estrategias de muda; unas especies la hacen antes; otras, ya en África. Pero no se sabe qué ocurre con las que cambian de fechas de migración, y es importante pues la muda le requiere al espécimen mucha energía y todo ello resulta vital para los desplazamientos.
El congreso concluye que España cuenta ahora, gracias al CIMA (Centro Internacional de Migración de Aves) con una fantástica infraestructura localizada en uno de los enclaves más importantes de emigración del mundo, con capacidad para admitir voluntarios y público en general, a la vez que ofrece una plataforma para la investigación científica para todos los grupos del mundo interesados. Los cambios que se producen en el Estrecho son más rápidos que en otros sitios, lo cual nos permite anticipar lo que va a ocurrir en otros pasos migratorios.