En lo que va de año, agosto ha sido el mes que más muertes por ahogamiento en espacios acuáticos españoles ha registrado, con 65 fallecidos, pese a lo cual supone una rebaja de seis óbitos respecto a los mismos 31 días de 2017.
El de 2018 se sitúa como el segundo mes de agosto desde que la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo elabora el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que comenzó en 2015, que menos pérdidas de vidas humanas se han registrado, ya que el pasado se contabilizaron 71 y en 2015 fueron 70, mientras que en 2016 fallecieron 60 personas.
Conforme recoge el INA, desde el primero de enero de 2018 han muerto en España por ahogamiento en espacios acuáticos 251 personas, lo que supone 126 menos que las registradas el 31 de agosto del pasado año, en que se habían alcanzado los 377 fallecidos por esta causa, un 33,4 por ciento por debajo.
En el conjunto de lo que se lleva de año, la disminución de los ahogamientos mortales se ha debido al retraso en el uso de los espacios acuáticos por el mal tiempo, aunque la tendencia que provocó esta causa se vio truncada con el aumento de fallecidos en el mes de julio al aumentar el uso de los espacios acuáticos por la llegada del calor y el comienzo masivo de las vacaciones.
Andalucía es la Comunidad Autónoma con más fallecidos, con 36, el 14,3 por ciento, por delante de Galicia (34 muertes, 13,5%), Canarias (32, 12,7%), Cataluña (31, 12,4%), Comunidad Valenciana (25, 10%), Islas Baleares (22, 8,8%), País Vasco (12, 4,8%), Asturias y Castilla y León (9, 3,6%, en cada caso), Castilla-La Mancha (8, 3,2%), Aragón, Comunidad de Madrid y Región
de Murcia (7, 2,8%, en cada territorio), Cantabria (5, 2%), Navarra (3, 1,2%), Extremadura, (2, 0,8%) y La Rioja y la Ciudad Autónoma de Ceuta (1, 0,4%, cada una). Melilla se mantiene como el único territorio en el que no se ha registrado ningún suceso mortal de estas características.
El perfil de la persona ahogada hasta el 31 de agosto se mantiene en los parámetros que se han dado en los meses anteriores de este año, incidiendo de manera destacada en la pérdida de vidas humanas de los que tienen 65 o más años, el 42,2%, que se eleva al 77,3 si es a partir de los 35 años.
Aparte de la edad, el perfil se fija en un hombre, el 76 por ciento, de nacionalidad española (75%), que perdió la vida en una playa (45%) y en cualquier caso en un espacio acuático sin vigilancia o servicio de socorrismo (82%) y entre las 10.00 y las 22.00 horas (80%).