La Guardia Civil investiga la procedencia de varios artefactos pirotécnicos modificados, que aparecieron abandonados en el muelle de Combarro (Pontevedra) y que, según las primeras hipótesis, podrían estarse utilizando para espantar a arroaces en las labores de pesca.
Según ha informado el Instituto Armado, el hallazgo se produjo la semana pasada, cuando un agente franco de servicio se encontró en el muelle a varios niños jugando con una caja y manipulando su contenido.
Al comprobar que se trataba de cinco artefactos explosivos, dio aviso al Tedax, que se hizo cargo del material. En el interior de la caja había cinco artefactos que habían sido modificados adosándoles, con cinta aislante, una piedra a modo de contrapeso.
Las primeras valoraciones apuntan la posibilidad de que este tipo de artefactos pirotécnicos se puedan estar utilizando de forma ilegal para producir pequeñas explosiones en el medio marino para evitar que determinadas especies, como los arroaces, cuya presencia parece haberse incrementado en las últimas fechas, interfieran en las labores pesqueras o produzcan daños en los aparejos.