La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) repartirá en playas españolas unas caracolas sonoras en las que no se escucha el sonido del mar al colocarlas en el oído, sino las historias de quienes cruzaron el mar en busca de un lugar seguro contadas por los propios supervivientes.
La campaña, difundida en redes sociales con el hashtag #ElOtroSonidoDelMar, ha sido presentada este martes 7 de agosto por CEAR en Barcelona, y cuenta con el apoyo de la agencia de publicidad Ogilvy y Twitter España para que los ciudadanos se pongan en la piel de personas refugiadas e inmigrantes que «se ven obligadas a atravesar un mar».
Durante la presentación, se han mostrado algunas de las ‘caracolas sonoras’ desarrolladas por Artymer Innova que dejarán en varias playas españolas y que cuentan con un dispositivo automático de audio para que estos testimonios se puedan escuchar. Muchos de esos audios se han subido a Twitter con el hastag de la campaña.
«Para la mayoría de nosotros, el mar es relajante. Su sonido nos transmite tranquilidad y disfrute. En cambio, para quienes han arriesgado su vida en él huyendo de la pobreza o la guerra, el mar suena muy diferente», sostiene la organización.
HISTORIAS REALES DE LOS QUE HAN SOBREVIVIDO. «Queremos que este otro sonido sea escuchado, por eso hemos creado unas caracolas muy especiales con las que no se podrá oír el sonido de las olas, sino historias reales de personas que han sobrevivido al viaje por mar hasta llegar a Europa», agrega.
España ya es la principal ruta de entrada por mar hacia Europa. De hecho, más de 300 personas han perdido la vida en el mar camino de las costas españolas, y 1.500 en total en todo el mar Mediterráneo. «Ante este drama cotidiano, los líderes europeos solo parecen preocupados en alejar a las personas que buscan un refugio en Europa a través de acuerdos con países como Turquía, Libia o Marruecos, y en poner obstáculos a quienes tratan de salvar vidas en el Mediterráneo», ha apuntado la directora de CEAR, Estrella Galán.
Con esta campaña CEAR quiere concienciar «sobre el drama que supone que miles de personas se vean obligadas a arriesgar sus vidas en trayectos peligrosísimos para llegar a Europa». «Este verano, cuando escuchemos el sonido relajante del mar, debemos conocer que hay muchos otros sonidos, otras historias que deben ser escuchadas para crear conciencia», ha remarcado la creativa de Ogilvy, Lola Guillén, Creativa de Ogilvy.
«EL MAR SUENA A DISPAROS Y A GRITOS DE AYUDA». «Es como estar perdida y no poder hacer nada», dice Nahid, una de las mujeres que ofrece su testimonio en el marco de esta iniciativa. «El mar a mi me suena a peligro», subraya Ibrahim. Ash asevera que él estuvo «llorando todo el viaje», mientras que Abdou señala que en la embarcación en la que él viajó lograron llegar todos los pasajeros, excepto cinco.
Uno de los audios difundidos en Twitter narra la historia de Hervé, que consiguió sobrevivir aunque muchos de sus amigos murieron. «Todos los que murieron, mis amigos, les conozco porque pasamos muchos tiempo juntos en Marruecos. Me acuerdo mucho de ellos», relata Hervé, que es de Camerún y tenía 22 años cuando trató llegar a Europa a través de la playa de El Tarajal en Ceuta. Para él, el mar suena a disparos y gritos de ayuda.
También está la historia de Ousmane, aunque él asegura que «no quiere recordar». «Hay ruido que da miedo, gritos. Es algo muy complejo, es diferente del ruido de la playa». Y relata que, tras desembarcar, a uno de sus amigos tuvieron que amputarle una pierna. (EUROPA PRESS).