La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y la consultora holandesa MTBS ultiman los detalles del pliego de condiciones para avanzar en el proceso de ampliación de su terminal norte y poder adjudicar en 2019, las obras de infraestructuras necesarias a los operadores privados que decidan explotar estos espacios ganados al mar y dedicados el transporte de contenedores.
De esta manera, la Autoridad Portuaria de Valencia busca facilitar las operaciones que se realizan en la distribución y colocación de la carga de los operadores marítimos. Y, al mismo tiempo, reducir los costes laborales en la estiba, como ya se hace en otros puertos como los de Barcelona y Algeciras.
Esta exigencia a los futuros concesionarios de la terminal requerirá una inversión de 1.000 millones de euros, de los cuales 200.000 euros corresponderán a la APV, mientras que 800.000 euros se destinarán al sector privado. Se prevé que el proyecto finalice en un período de cinco años como máximo.
Con esta ampliación en su terminal norte, el Puerto de Valencia podrá albergar una capacidad de 13 millones de TEUs, situándose al mismo nivel que grandes puertos europeos como el de Hamburgo, Amberes o Rotterdam.