La base naval de Gibraltar vuelve a ser este miércoles lugar de escala de dos buques de la Royal Navy. Tras la visita realizada por el HMS Argyll el pasado fin de semana, llegan a las aguas de la Bahía el HMS Brocklesby y el HMS Shoreham, para una escala logística programada antes de partir en misión.
El HMS Brocklesby como el HMS Shoreham partieron a principios de junio de sus bases de Portsmouth y Faslane, respectivamente, para poner rumbo a la zona del Golfo Pérsico.
Se trata de dos dragaminas de las clases Hunt y Sandown, que van a llevar a cabo una misión de la flota aliada de cara a garantizar la seguridad en la región y llevar a cabo operaciones de supervisión, limpieza de fondo marino y dragado de minas.
El HMS Brocklesby relevará a su buque gemelo HMS Middleton, mientras que el HMS Shoreham hará lo propio con el HMS Bangor, que ha pasado los últimos tres años en Oriente Medio.
Los buques pasarán los próximos dos años destacados en la región del Golfo y la tripulación rotará cada seis meses aproximadamente.