Entramos en una semana de reflexión, ante la inminente reanudación en sólo siete días de las conversaciones entre los negociadores de la Comisión Europea y Marruecos, para tratar de renovar el tratado de pesca que expira el próximo 14 de julio.
Durante los últimos encuentros celebrados esta pasada semana en Marruecos, las delegaciones de la Unión y del país norteafricano han avanzado hacia un posible acuerdo, pero las conversaciones han quedado estancadas ante el incremento de las contraprestaciones económicas pretendidas por Marruecos. En la propuesta de los negociadores marroquíes a Bruselas, se reclamaba un incremento considerable de la cuantía económica del futuro Tratado e, incluso, un incremento notable de los pagos que deberían realizar los armadores. Ante esta situación, los negociadores europeos decidieron levantarse de la mesa y ampliar las conversaciones a una tercera ronda de negociaciones, que se iniciará el día 25 de junio en Bruselas.
«Se necesita un acuerdo, pero debe ser técnica y económicamente viable», señala Maza
Pedro Maza, presidente de la Federación de Asociaciones Pesqueras de Andalucía, ha manifestado que, «aunque se acudía a Rabat con la esperanza de que se cerrase el acuerdo, está claro que el nuevo tratado no se puede firmar a cualquier precio». «Se necesita un acuerdo, pero debe ser técnica y económicamente viable», ha añadido Maza.
Esta situación va a llevar a la paralización de la flota, a partir del próximo día 14 de julio, día en el que expira el actual acuerdo, por lo que el sector entra en un tiempo de incretidumbre, ya que no se sabe cuándo volverán los barcos afectados a faenar.
Los pescadores y armadores de la flota campogibraltareña que faena en el caladero sahariano, confían en que ésta sea la última ronda de negociaciones y que el nuevo acuerdo mantenga el status quo del actual, pudiendo ser asumido económicamente.