El puerto de Melilla ha invertido 894.000 euros en un proyecto para ampliar las plazas de aparcamiento público en un 80 % y mejorar la operatividad de la estación marítima con la redistribución de sus vías de acceso, dado el aumento del tráfico de pasajeros y vehículos desde su inauguración en el 2008.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, han acudido este viernes a la inauguración del nuevo aparcamiento, que tras unas obras de cinco meses para su ampliación cuenta con 256 plazas, 111 más que las 145 anteriores.
En declaraciones a los periodistas, Marín ha argumentado la necesidad de esta obra porque las infraestructuras previstas alrededor de la estación marítima «se han quedado pequeñas», obligando a la Autoridad Portuaria a abordar un proyecto que fiera solución a las necesidades actuales y futuras del puerto.
De esta forma, se da respuesta a ese incremento del 220 % del tráfico de pasajeros y del 250 % en el de vehículos desde que la estación marítima de Melilla fue inaugurada a finales de 2008, y se pone a disposición de los usuarios del puerto antes de que empiece la Operación Paso del Estrecho (OPE) el día 15.
Con este proyecto, además, se ha llevado a cabo una redistribución de las vías de acceso, ya que en periodos de una alta densidad de vehículos, se realizará el embarque directamente desde la puerta de entrada al recinto portuario, sin tener que pasar por el aparcamiento.
También se ha construido una glorieta a la salida del estacionamiento para que los vehículos que quieren abandonar el puerto no tengan que ir hacia la Florentina, como ocurre ahora, lo que les hace coincidir con los que entran y salen de la zona restringida del puerto, provocando grandes atascos.
Al mismo tiempo, se ha habilitado una zona de ocio y esparcimiento para los usuarios del puerto y los ciudadanos en general, al estar la estación marítima situada prácticamente en el centro de Melilla, lo que permite ofrecer más prestaciones a los pasajeros y el conjunto de los melillenses.
Imbroda, por su parte, se ha mostrado muy satisfecho por el resultado de esta obra, que además de mejorar en los servicios que se prestan, también permite ganar en «plasticidad y belleza» en una zona situada muy cerca del recinto amurallado de Melilla la Vieja y el centro urbano, consiguiendo «integrar más» el puerto en la ciudad.