Una ballena azul de 30 metros y 200.000 kilos de peso ha sido localizada por las autoridades egipcias, tratándose de una aparición histórica en estas aguas, ya que nunca antes había sido divisado un ejemplar de esta especie en el Mar Rojo.
Se trata de un hallazgo para el que los científicos no encuentran explicación alguna, ya que, es sabido que estos animales, los más grandes que viven en la Tierra, rehuyen los mares cerrados o en los que hay mucho tránsito de barcos y el Mar Rojo es uno de los mares más estrechos y transitados que hay en el mundo.
A ello se une otras circunstancias enigmáticas, como que viajara sola, cuando lo habitual es que lo hagan en grupos de dos o tres, aunque lo que más llama la atención es que en estas aguas, según los expertos, no hay comida para ellas. Estas ballenas tienen unos ciclos vitales muy marcados y nunca se desvían de ellos. En invierno emigran a aguas calientes para aparearse y en verano buscan las aguas frías de los polos para alimentarse. Pero el Mar Rojo es uno de los mares más cálidos del mundo, ya que el agua siempre está a una temperatura de entre 20 y 30 grados.
Los científicos no tienen una explicación. Creen que podría haberse perdido o que el cambio climático la ha desconcertado.
Las autoridades egipcias están realizando un seguimiento continuado de la ballena azul, que no supone un peligro para barcos o turistas.
A mediados del siglo XX las ballenas azules estaban casi extinguidas, pero una protección mundial consiguió salvar la especie, aunque aún están en peligro de extinción. Como mucho quedan unas 25.000 en el mundo, pero están amenazas desde múltiples frentes, como los choques con barcos, caza furtiva, contaminación y, especialmente, el cambio climático, que está reduciendo la población de krill, su principal alimento.