La Comisión Europea ha propuesto este miércoles nuevas normas de control y seguimiento de la pesca para asegurar que las actividades pesqueras de la UE cumplan con prácticas sostenibles, como se marca en la Política Común de Pesca (PCP). Dicha propuesta es el resultado de un proceso deficiente, iniciado en los últimos meses de 2017, donde la consulta pública estándar de 12 semanas se reemplazó por una reunión de un día con un grupo de personas seleccionado.
Este proceso, realizado de manera precipitada y no inclusiva, ha tenido como resultado una falta considerable de evidencia a la hora de apoyar las medidas legislativas perfiladas en la propuesta, impidiendo generar un consenso entre los actores relevantes.
De ahora en adelante, la propuesta se someterá a revisión y debate en el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, donde esta falta de consultas pone en grave peligro la solidez del paquete legislativo final para mantener las actividades pesqueras de la UE dentro de parámetros sostenibles y asegurar que los pescados y mariscos que llegan al mercado sean fácilmente identificable.
Los elementos positivos de la propuesta que corren peligro de ser desvirtuados o eliminados del paquete legislativo final incluyen:
· Incrementar el control de las actividades de las embarcaciones pesqueras pequeñas (menos de 12 metros de longitud): una medida necesaria, ya que los barcos pequeños también contribuyen de manera significativa a la sobreexplotación de los recursos pesqueros.
· Obligación de obtener una licencia para pescadores recreativos y declarar sus capturas: una medida esencial para obtener datos sobre la cantidad de peces capturados por el sector recreativo.
· Promover la instalación de cámaras en las embarcaciones de alto riesgo para controlar los descartes pesqueros en el mar.
Raúl García, coordinador de Pesca de WWF, apunta: “debido a este proceso precipitado, aspectos clave del sistema de control, como la trazabilidad de los productos pesqueros importados, no se han tenido en cuenta de forma minuciosa. En la actualidad, la propuesta de la Comisión no garantiza que toda la información necesaria para probar el origen legal de los productos pesqueros en la UE esté disponible para las autoridades. La UE tiene el mercado pesquero más grande y rentable del mundo y tiene la responsabilidad con los ciudadanos europeos de prevenir la venta de productos pesqueros ilegales”.
WWF hace un llamamiento al Parlamento Europeo y al Consejo para que deliberen sobre la propuesta publicada este miércoles y aseguren que la revisión del sistema de control de la UE refuerza de manera efectiva la gobernanza de las pesquerías y el consumo de productos pesqueros sostenibles en la Unión Europea.