El capitán de la Marina Mercante Rafael Roselló ha presentado, con fecha 23 de abril, una nueva serie de denuncias contra los Consejos de Administración de las navieras Trasmediterránea y Armas, ante la Fiscalía anticorrupción, el Ministerio de Fomento, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y la Comisión Nacional de los Mercados y Valores, al considerar que se puede haber cometido un presunto fraude a los accionistas de ambas compañías.
Roselló en su denuncia concluye que “la política que se ha seguido, tanto en el Grupo Acciona como en la Compañía Trasmediterránea, ha sido el vaciamiento patrimonial de las empresas dejándolas en una situación de debilidad financiera mientras que sus administradores se repartían retribuciones desproporcionadas». Por ello, expone que “la venta de la compañía Trasmediterránea a naviera Armas podría ser un proyecto de quiebra fraudulenta con la connivencia y pasividad de todas las Administraciones “, ya que “Naviera Armas, tiene unos pasivos tan elevados que es técnicamente imposible que pueda tan siquiera pagar los intereses de esa deuda, máxime si,como afirman, han emitido aún más deuda”. “Así mismo, la empresa está denunciada por precariedad laboral y tiene serios problemas para pagar las nóminas y todo esto sin contar el desastre de una flota que constantemente tiene problemas porque no puede hacerle un mantenimiento correcto por falta de medios”, asegura Roselló.
En la denuncia interpuesta, el capitán de la Marina Mercante afirma que “la compañía Trasmediterránea actualmente tiene una flota envejecida, ha perdido rutas, clientes y las líneas que mantiene están solapadas por Balearia y naviera Armas”. Además, insiste en que “su volumen de negocio ronda los 400 millones, pero los gastos son de tal envergadura que es técnicamente imposible que este proyecto no acabe en quiebra”.
Por último, Roselló insiste en que “la injerencia de los gobiernos autónomos en rutas en las que no tienen competencia, es evidente y, aun así, ni la Administración, ni los interesados han objetado nada sin importar el grave perjuicio para la empresa y sus trabajadores”.
Actualmente la venta está en manos del informe de la CNMC por lo que Rafael Roselló, quien viene denunciando esta operación desde hace meses, espera “que se verifique la nefasta situación en que se encuentran las navieras y las graves consecuencias que tendría la operación para sus accionistas”.