Leíamos el 17/04/2018 en el diario ElEconomista, la precaria situación de nuestro sistema público de pensiones, los consejos de Mariano Rajoy para que cada español ahorre y sea previsor respecto a su futuro, así como los consejos llegados de Europa para que la imitemos.
Pero se olvidan en Europa de dos temas fundamentales:
- Nuestro sistema tributario penaliza el ahorro del contribuyente, con impuestos como el Impuesto sobre Sucesiones y el Impuesto sobre el Patrimonio. Luego ahorrar, lo que supone un sacrificio, aunque sea bueno, es perjudicial para nuestros intereses económicos tributarios.
- El tratamiento fiscal penaliza el rescate de los planes de pensiones privados. Planes que permitiría socorrer al pensionista y al Estado tener una mejor imagen ante ellos, dado que lo único que se consigue es un aplazamiento del pago de impuestos a la fecha de rescate, que es cuando le hace falta al ahorrador.
Europa nos dice que un sistema de capitalización como el de España, no es coherente, ni sostenible, eso lo estamos viendo. Pero también vemos con la alegría que se gastan nuestros políticos el dinero, alegría que no les permite bajar el nivel recaudatorio, ni generar riqueza.
En Europa el sistema de pensiones se basa en tres pilares, una prestación pública que no llega al 30% de la pensión y que lo que trata es de evitar el riesgo de pobreza, una prestación trabajador-empresa que ronda el 40%, donde los trabajadores aportan a la Seguridad Social un tercio de esta parte, correspondiendo el resto a las empresas y el resto prestaciones privadas de cada ciudadano mediante planes alternativos con compañías privadas.
¿Pero ha comparado Europa la proporción que hay de sueldos y de Impuestos en este País?
Yo me temo que tengamos por plantearnos ¿qué se hace con nuestros impuestos?, ¿cuántas Instituciones Públicas existen para hacer lo mismo?, acción ésta que desincentiva cualquier acción emprendedora, que permitiría entre otras cosas, generar riqueza pagando impuesto y seguros sociales, generar empleo y ahorrar para las pensiones.
¿Cuánto podríamos ahorrar con un gasto ordenado de nuestros impuestos?, con reducción de cargos públicos, empresas públicas y menos rescates bancarios. ¿Podría ser una solución?. Sólo pretendo hacer una reflexión.