El capitán de la Marina Mercante, Rafael Rosselló, ha mostrado su satisfacción por el retraso que está sufriendo la operación de compra-venta de Trasmediterránea a la naviera Armas, sobre la que aún no se ha pronunciado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que debe emitir un dictamen al respecto y ha pedido que se proceda a abrir una investigación imparcial del valor real del Grupo Acciona y de las deudas que acumula, ya que si estos datos no coincidiesen con los que oficialmente se anuncian, podría ser un fraude cuyos principales perjudicados serían los accionistas y la credibilidad del Ibex 35.
Así lo asegura en la ampliación de las denuncias realizadas ante la CNMV y la Fiscalía anticorrupción. Roselló emitió un escrito remitido a la CNMV, denunciando una supuesta “situación de monopolio en las líneas de Nador, Melilla y Canarias, así como en la actividad logística de Canarias”, en caso de consumarse la operación anunciada a finales de octubre del año pasado por Acciona, para el primer trimestre de 2018 y de la que no ha vuelto a haber noticias.
El capitán de la Marina Mercante ha insistido en varias ocasiones, en que “tras la privatización de Trasmediterránea en 2003, la compañía se ha ido desmantelando, a la vez que Balearia iba cogiendo el puesto que hasta entonces había ocupado la naviera ahora en venta”. Roselló considera, que de consumarse la venta de Trasmediterránea a la naviera canaria, se quedarían “huérfanas las líneas de interés general, desapareciendo el cabotaje nacional” y habla de “quiebra fraudulenta”, a la vez que reclama que sea “una operadora independiente la que intente reflotar Trasmediterránea”.
Desde su adquisición por Acciona en 2002, Trasmediterránea se ha consolidado como la mayor naviera española, por lo que Rafael Roselló, nunca ha entendido el sentido de la venta de la compañía, lo que le ha llevado a presentar nuevas denuncias ante la fiscalía anticorrupción, la CNMV y los tribunales de justicia, para intentar evitar el expolio de la naviera.