La sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena ha acogido este jueves la Asamblea General de la Asociación Española de Amarradores, donde han estado representados prácticamente todos los puertos españoles.
Antonio Sevilla, presidente del enclave murciano, ha alabado el servicio que presta este colectivo, ya que “estos profesionales son los encargados mar-tierra de los buques. La misión del amarrador va más allá que la de facilitar el amarre de los barcos, son los encargados de la seguridad en la maniobra del mismo (bajo las instrucciones del práctico a bordo), pero también velan por la seguridad del medio ambiente”.
Desde su constitución, es la única asociación que agrupa al sector empresarial del amarre en España, pero también a la actividad portuaria del amarrador.
El origen de este colectivo nació en Cartagena, de la mano de Ignacio Rodríguez Alarcón, todavía en activo, con la ayuda del presidente de la Cámara de Comercio, en el año 1989 empezó a contactar con las empresas de amarre de toda España y se reunieron en Madrid, de donde se gestó la creación de esta asociación, que nació como tal en 1991.
En la actualidad la configuran 28 empresas asociadas lo que supone disponer de representación en prácticamente todos los puertos de interés estatal, representando a su vez a más de 600 profesionales.
El colectivo es miembro tanto de la Asociación Europea de Amarradores (EBA) con sede en Amberes, como de la Asociación Internacional de Boteros y Amarradores (IBLA), afincada en Roma. Asimismo, tiene presencia en numerosos foros nacionales e internacionales, también contando con representantes en muy diversos Consejos de Navegación.
Son fines de la asociación la coordinación entre las diversas empresas, la defensa del sector del amarre de buques en particular y la de los servicios técnico–náuticos en general, siendo sus banderas la formación y cualificación de los amarradores, la seguridad marítima y en definitiva la profesionalización y los más altos estándares en la prestación del servicio.
En el orden del día figuraba la aprobación de cuentas, elección de nuevos representantes y la aplicación de la reciente normativa comunitaria de guías para un amarre seguro tanto el buque como en muelle. Según su presidente, Fernando Vidal, “el servicio se ha reforzado desde la perspectiva de normativa internacional de una forma extraordinaria. Como culminación de estos avances, el comité encargado de la revisión del Convenio SOLAS, quizás el convenio más importante de la OMI por su materia de garantizador de la seguridad de la vida humana en el mar, ha incluido diferentes modificaciones y reflexiones sobre el servicio de amarre y desamarre que no hacen más que reforzar la importancia del servicio en la garantía de la seguridad marítima y portuaria”.
Por último, ha agradecido la acogida del Puerto de Cartagena para la celebración de esta jornada.
El Mia Desgagnes, con bandera canadiense, es un buque tanque de nueva generación con tecnología punta y el segundo de una serie de cuatro de similares características, se fabrica a medida según un concepto original desarrollado por Desgagnés. Fue construido en el astillero Besiktas ubicado en Yalova, cerca de Estambul (Turquía) en diciembre de 2017. Su construcción se ha basado en ofrecer un transporte marino seguro y más respetuoso con el medio ambiente para productos derivados del petróleo.
Se trata de un quimiquero petrolero de combustible dual (gas natural licuado y fuel) cuya característica más notable es que puede ser alimentado por cualquiera de los tres tipos de combustible: fuel, diésel marino o gas natural licuado (GNL), que tiene ventajas innegables en términos de desarrollo sostenible al reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, Además es el primer petrolero en el mundo de doble combustible dotado de la certificación “hielo Polar 7”, lo que le permite navegar en aguas heladas. Además, está equipado con su propio equipo individual para el bunkering de GNL, lo que permite que el buque reciba GNL utilizando hasta 4 camiones cisterna simultáneamente. Esta característica única le permite ser alimentada eficientemente en cualquier puerto donde existan camiones de entrega de GNL criogénicos.
Esta operación se une a la realizada el pasado año de bunkering pipe-to-ship que se llevó a cabo mediante unas mangueras criogénicas flexibles que conectan directamente el barco con la terminal. El buque Damia Desgagnés, de la misma naviera, recibió 370 m3 de GNL.
La utilización del GNL como combustible contribuye a la mejora de la calidad del aire. El GNL es un combustible respetuoso con el medio ambiente porque no genera emisiones de óxidos de azufre (SOx) ni de partículas (PM) y reduce sustancialmente las emisiones de CO2 y de óxidos de nitrógeno (NOx), lo que permite cumplir con la cada vez más exigente normativa medioambiental y con los objetivos de reducción de emisiones.