Trabajadores de las modalidades del sector pesquero de Isla Cristina (Huelva) – cerco, arrastre, chirla, pulperos y artesanales -, se manifiestan este lunes en Sevilla, en concreto en la Plaza de España frente a la Delegación del Gobierno en Andalucía, en protesta por «la insoportable situación» por la que están atravesando. En esta concentración cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad, hosteleros y comerciantes.
Según ha informado el Ayuntamiento en una nota, gobernado por Monserrat Márquez, de Ciudadanos por Isla (CxIsla), la alcaldesa ha mostrado su apoyo «incondicional» al sector, en todas sus modalidades, y ha pedido soluciones «inminentes y definitivas, no ayudas, sino unas líneas de trabajo definitivas para saber a qué atenerse en el futuro».
Márquez, quien acompaña al sector en la concentración, ha solicitado a las administraciones competentes «clarificar fórmulas de trabajo porque está comprobado que cada vez que llegan las paradas de alguno de los sectores, Isla Cristina se paraliza, viéndose afectados también, la hostelería y el comercio y por ese motivo están aquí con nosotros».
A su vez, el presidente de la Asociación de Armadores isleños, Francisco Faneca, ha remarcado que «lo único que quieren es vivir con este trabajo porque si el sector no funciona, Isla Cristina se muere ya que el 80 por ciento de la localidad vive, directa o indirectamente de la pesca y hace falta seguir yendo a la mar para que el pueblo subsista».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Buques de Cerco (Aserabucer), Javier Fernández, ha pedido a los representantes políticos competentes en estas materias que les dejen hacer su trabajo, y ha remarcado que «es falso que no haya sardina», a la par que ha dejado claro que «cuando el sector se ha regulado, ha demostrado que lo hace bien, sin tener que esperar a que venga nadie desde fuera».
A su vez, ha recalcado «los 22 barcos del cerco están amarrados a puerto sin poder faenar y lo peor de todo es que nos obligan a tener al personal cotizando y sin ingresos», algo que no le parece «ni justo, ni lógico».