El futuro buque insignia de la Armada británica, el HMS Queen Elizabeth, de 65.000 toneladas, se encuentra desde este viernes en la base naval de Gibraltar. El barco realiza una parada logística de rutina, tras partir desde su puerto base en Portsmouth la semana pasada para realizar pruebas con helicópteros en el mar. Estas comprobaciones se han realizado antes de las pruebas que se llevarán a cabo para la aeronave de ala fija F35 Lightning II, que tendrán lugar más adelantado el año.
El Secretario de Defensa (Defence Secretary), Gavin Williamson, ha manifestado a su llegada a Gibraltar que «la sombra del Peñón sobre la cubierta de vuelo del portaviones enmarca la primera escala de esta nave fuera del Reino Unido para su repostaje y reaprovisionamiento antes de continuar sus pruebas en alta mar. Estoy seguro que los gibraltareños estarán orgullosos de ver el futuro buque insignia entrar en su puerto tras surcar por sus aguas británicas”.
También el Capitán Jerry Kyd, Oficial al Mando del HMS Queen Elizabeth, ha llegado a señalar que “es un privilegio poder fondear en Gibraltar con nuestro nuevo portaviones durante su primera visita en ultramar”.
Esta visita reafirma la historia y la especial relación que la Royal Navy y los Royal Marines comparten con Gibraltar. El HMS Queen Elizabeth y su tripulación, con más de 1.000 efectivos, han estado inmersos en labores de formación intensiva durante su primera salida del Reino Unido desde su botadura en la Royal Navy.
Bajo la tutela de la organización Flag Officer Sea Training, responsable de los entrenamientos colectivos y del control de los buques de la Royal Navy, todo el personal a bordo ha desarrollado sus habilidades al lidiar con diversos ejercicios prácticos realistas, como incendios, inundaciones y simulacros de hombre al agua y accidente en cubierta.
La nave ha sido escoltada hasta Gibraltar por la fragata de tipo 23 (Type 23 frigate) HMS Somerset de la Royal Navy, con base en Devonport.
Tras partir de Gibraltar, el HMS Queen Elizabeth regresará a alta mar para realizar diversas pruebas con helicópteros, que contarán con la participación de helicópteros Merlin y Chinook del Centro de Pruebas y Evaluación de Aeronaves (Aircraft Test and Evaluation Centre) de las instalaciones de Defensa en Boscombe Down. Los datos recogidos durante estas pruebas se analizarán para hallar sus parámetros operativos en el mar, antes de realizar las pruebas con las aeronaves de ala fija F-35B Lightning IIdel programa Joint Strike Fighter, que tendrán lugar en la temporada estival en la Costa Este de los EE.UU.