El nuevo portaeronaves de la Armada británica, el HMS Queen Elizabeth, llegará este viernes a Gibraltar para realizar una breve escala, antes de continuar viaje dentro de las pruebas de mar que viene realizando, desde su salida de la base naval de Portsmouth.
El Ministerio de Defensa en Gibraltar no ha hecho pública la visita por motivos de seguridad, pero ésta se ha conocido como consecuencia del aviso a navegantes que la Autoridad Portuaria del Peñón ha emitido de cara a mantener un perímetro de aislamiento alrededor del buque que será escoltado a su llegada por embarcaciones del escuadrón de la Royal Navy en Gibraltar, la Policía del Ministerio de Defensa y la Policía Real de Gibraltar que impondrán una zona de exclusión de 150 metros alrededor del HMS Queen Elizabeth.
El portaaviones atracará en el denominado muelle de aguas profundas junto a la terminal de cruceros, donde va a permanecer a lo largo de todo el fin de semana, antes de partir el lunes. Mientras se encuentre en aguas de la Bahía de Algeciras, las autoridades marítimas y militares de la Roca han anunciado que cualquier barco que se acerque a la zona de exclusión “será retada por la embarcación de seguridad».
El Queen Elizabeth es uno de los portaaviones más grandes del mundo, acercándose en tamaño a los de la clase Nimitz estadounidenses. Tiene una eslora de 280 metros, desplaza más de 70.000 toneladas, puede albergar una dotación de 1.600 marineros y estará específicamente diseñado para operar con los cazas F-35, en sustitución de los Harrier.
La marina británica da así un salto cualitativo con la entrada en servicio de dos portaaviones de la clase Queen Elizabeth: el HMS Prince of Wales y el que ahora visita Gibraltar. Un barco que estará plenamente operativo más allá de 2020.