El colectivo Verdemar Ecologistas en Acción ha alertado de “la grave problemática que se vive actualmente en la comarca del Campo de Gibraltar en referencia a la presencia de plásticos en las playas. No solo ocurren episodios como estos en lugares remotos. En este caso la presencia de plásticos se ha dado en la Playa de Poniente de La Línea de la Concepción. Este último temporal ha puesto al descubierto, entre otras cosas, el consumismo del plástico de manera desorbitada”, denuncian.
Verdemar se basa en un estudio para señalar que, desde 2010, estima que entre 5 y 13 millones de toneladas métricas de plásticos terminan en el mar cada año. En la actualidad se calcula que de media hay 13.000 plásticos por milla cuadrada de océano, con un peso total de 100 millones de toneladas.
TODAS LAS PLAYAS. “El 100% de las muestras de arena de playas de todo el mundo contienen contaminación por microplásticos, partículas tóxicas diminutas mezcladas con la arena. Esto incluye lugares tan remotos como la Antártida. Además, claro está, de la enorme cantidad de plásticos visibles que contaminan cualquier playa del planeta”, añaden los ecologistas, que aseguran que “ya se están formando “playas de plásticos” donde las partículas de plástico compiten con la arena natural”.
Los estudios confirman que la cadena alimentaria marina, de la cual depende el hombre, está contaminada. Para empezar los seres microscópicos que componen el plancton marino comen microplásticos, al igual que animales filtrantes como los mejillones, recordando Verdemar que “en la Bahía de Algeciras existen bateas para la cria y venta de esa especie”. También los peces de muchas especies comunes se están alimentando con fragmentos de plástico. La ciencia apenas está comenzando a estudiar este fenómeno, y poco se sabe de su impacto en la salud de los animales y las personas.
ABSORCIÓN DE CONTAMINANTES. Además de la toxicidad propia del plástico, las partículas de plástico en el mar tienen la propiedad quimica de atraer y acumular contaminantes hidrofóbicos (es decir aceitosos) del agua de mar, como DDT y PCBs. Es decir, que los plásticos son “esponjas” químicas para contaminantes peligrosos que llegan al mar procedentes de la agricultura y la industria y les abren la puerta para que entren en la cadena alimentaria.