La Autoridad Portuaria de La Coruña alcanzó en 2017 una cifra de negocio de 30,3 millones de euros, que es la más alta en la historia del organismo público. De hecho, es la primera vez que se superan los 30 millones de euros, lo que ha sido posible gracias a un incremento del 10% con respecto a la facturación de 2016.
Este importante crecimiento en la cifra neta de negocio se corresponde con el aumento de la actividad portuaria que se produjo en 2017 y que permitió llegar a las cifras récord de 15,2 millones de toneladas de mercancía, un 9% más que el año anterior, con 1.193 operaciones de buques mercantes (sin contar los pesqueros) y 120 escalas de buques de pasaje. Debido a ello, la recaudación por tasas pasó de los 26,8 millones obtenidos en 2016 a los 29,5 millones con los que se cerró el ejercicio de 2017.
Esta positiva evolución de los tráficos portuarios, y por tanto de la facturación, ha posibilitado que por segundo año consecutivo la Autoridad Portuaria haya saldado 2017 con beneficios, por un importe que se sitúa en torno a medio millón de euros, a falta de contabilizar los últimos datos. Es un hecho relevante, dado que se duplica el resultado de 2016, a pesar de los gastos financieros y las amortizaciones derivadas de la construcción del Puerto Exterior y los créditos que ha asumido para ello el organismo público coruñés, en el marco del plan de financiación de la nueva dársena que ha sido consensuado con Puertos del Estado.
Precisamente, el Puerto Exterior ha sido uno de los grandes protagonistas de 2017, ya que su aportación al total de los ingresos ha ascendido a 6 millones de euros, situándose por tanto en el 20% del total. En 2016, las instalaciones de Punta Langosteira habían generado 4,4 millones, lo que había supuesto el 16% de la facturación de la Autoridad Portuaria.
Y es que el Puerto Exterior obtuvo el año pasado sus mejores registros de tráfico: 2,33 millones de toneladas, con un crecimiento del 63% con respecto a 2016, cuando se habían alcanzado 1,46 millones de toneladas. Se prevé mantener esta positiva tendencia en 2018 y en los próximos años, con el incremento de las concesiones especializadas en graneles sólidos y la incorporación del movimiento de petróleo destinado a la refinería de Repsol y de la terminal de hidrocarburos que habilitará la empresa española Oil Deposit Corunna, además de otros traslados de tráficos desde el puerto interior y la probable implantación de nuevos operadores a raíz del plan de comercialización de las instalaciones que ha desplegado la Autoridad Portuaria.