Miguel Morales ha recibido en las últimas horas el último adiós por parte de familiares, compañeros y amigos. Conocido cariñosamente como `Telera´, era un asiduo del puerto de Algeciras, donde desarrolló buena parte de su vida laboral, durante los últimos años en el servicio de limpieza.
En el mundo del fútbol también era conocido y querido, ya que, aunque en los últimos años dejó de asistir a los partidos del primer equipo de la ciudad, incluso fuera de Algeciras donde estuvo acompañándolo por todos los rincones del país, por su estado de salud ya sólo lo seguía por la radio, de ahí su habitual estampa con un viejo transistor pegado a la oreja.
A pesar de llevar mucho tiempo jubilado, contando en el momento de su fallecimiento con 76 años, resultaba muy extraño que pasara un día sin verle dar su rutinaria vuelta por las inmediaciones de la estación marítima, donde no dejaba de saludar a trabajadores de navieras, agencias, transitarios y, por supuesto, a antiguos compañeros de la empresa Eulen. Precisamente, el hecho de no coincidir con él en los últimos días, llevó a varios de estos amigos a preguntarse si le pudiera haber pasado algo, ya que hace aproximadamente un año se sometió a una intervención quirúrgica para colocarle un marcapasos, siendo del corazón de donde partía su principal dolencia. De este modo se desplazaron hasta su domicilio, situado en el Paseo de la Conferencia. Allí sospecharon que podría estar dentro, de ahí que decidieran llamar a la Policía, que sólo pudo certificar su muerte, según parece, tras dos días del fatal desenlace. Descanse en paz.