Tarifa y San Roque son a día de hoy dos lugares de referencia mundial gracias al deporte, lo que se traduce en miles de visitas para la práctica de las modalidades más habituales en la zona o para presenciar competiciones de primer nivel.
El año 2017 ha sido de los más completos que se recuerda en el capítulo eventos, con citas que han hecho que estas localidades, y por tanto el Campo de Gibraltar, se hayan visto promocionados en millones de hogares de todo el planeta.
Ocurrió durante la celebración, a mediados del mes de octubre, del Andalucía Valderrama Masters, cuyas partidas se pudieron ver en más de 400 millones de televisores gracias a las retransmisiones desde el campo sanroqueño. Aunque no hay cifras concretas de la repercusión económica que pudo tener en la zona, a buen seguro que se trata del evento que más y mejor `venden´ la marca Campo de Gibraltar, además del empleo y la riqueza que genera.
Golf y polo conviven en la zona gracias a las magníficas instalaciones que se reparten en el término municipal sanroqueño, destacando las de Santa María, donde se han vuelto a celebrar las competiciones clásicas de mayor calado en el panorama actual, con la guinda puesta hace pocas semanas con la disputa del Iberian Polo Tour.
También en San Roque, pero en sus aguas, se pudo disfrutar de la RC44 Sotogrande Cup 2017, organizada por el Club Náutico Bevelle tras el éxito y la excelente organización del Campeonato del Mundo de la clase RC44, celebrado en 2016, siendo punto de partida del calendario de regatas de clase 2017.
Pero si hay un lugar en el mundo al que directamente se le vincula con el mar y el viento, ese es Tarifa, que por tercer año acogió el ‘GKA kitesurf World Cup’, tour que congregó a los mejores del momento y que siguió por Dakhla (Marruecos), Fuerteventura (Islas Canarias) e isla Mauricio.
A estos atractivos deportivos que encontramos durante el año que acaba en nuestro territorio, hay que unir otros muchos de ámbitos como la gastronomía, geografía o la historia, que transfieren a esta comarca todos los condicionantes para que 2018 sea también un buen año en el capítulo turístico y que pueda ayudar a mejorar las cifras de desempleo.