El dato es significante: Hasta el pasado 20 de diciembre de 2017 el puerto de Algeciras es el que más inspecciones de buques ha realizado en los puertos españoles con un único objetivo, la preservación del medioambiente a través del cumplimiento de la legislación marítima internacional.
De acuerdo con lo acordado en el Memorándum de París (Memorandum of Understanding, MOU), la Capitanía Marítima del puerto algecireño ha llevado a cabo un total de 230 inspecciones, lo que supone un 15,66 % sobre los tráficos. Según avanzó Naucher, estas cifras están muy por encima del segundo puerto de España con más inspecciones, el de Bilbao, que alcanzó las 151 con un porcentaje del 10,28.
Sobre las emisiones al medioambiente, Algeciras también ha liderado, este año, las inspecciones con las que la Capitanía Marítima ha querido controlar la fuga de azufre. En total, en Algeciras se han realizado 170 inspecciones, lo que supone un 18,42 %, mientras que Bilbao – su más inmediato seguidor en número de inspecciones realizadas – sumaba 143 con un 15,49 %.
Fruto de todos estos exámenes, durante los once primeros meses del año, fueron retenidos en el puerto de Algeciras un total de ocho buques por sufrir diferentes deficiencias.
En el mes de enero, fue detenido el portacontenedores Maersk Columbus, de bandera estadounidense, por presentar siete deficiencias. A pesar de que las inspecciones continuaron, hasta mayo no se produce una nueva retención por parte de la Capitanía Marítima, que detectó hasta siete deficiencias a bordo del portacontenedores Safmarine Nimba, de bandera de Singapur.
Septiembre ha sido el mes en que más buques han sido retenidos en la Bahía de Algeciras, tras ser inspeccionados por funcionarios de la Capitanía Marítima del puerto algecireño. El día 1 se ordenó la paralización del Regal Bay, un carguero refrigerante de Bahamas, al que se le detectaron cuatro deficiencias. Posteriormente, el día 4, fue retenido el Maersk Kinloss, de bandera estadounidense, por sufrir hasta 11 deficiencias, y, por último, el día 25, fue detenido con el mayor número de deficiencias en las inspecciones realizadas por la Capitanía Marítima de la Bahía algecireña, el Nova Star, un ferry de bandera marroquí al que se le exigió la corrección de 25 anomalías.
Un mes después, en octubre, la Capitanía ordenó la detención del portacontenedores Jona, de bandera portuguesa, con nueve incorrecciones, y el Hitra, un quimiquero maltés, al que se le detectaron cuatro.
Por último, en noviembre, el único detenido fue el Neo Trader, un buque-tanque de bandera panameña, por presentar hasta 15 deficiencias.