El Puerto de Algeciras está próximo a cerrar un año extremadamente difícil. A los problemas que venimos padeciendo desde hace ya mucho tiempo y que están suponiendo un importante freno al desarrollo de nuestro puerto, como son la insuficiente dotación de personal de la Autoridad Portuaria, la falta de una conexión ferroviaria competitiva, la escasez de inspectores del PIF o la tardanza en obtener un suministro eléctrico seguro, entre otros, se han añadido, en este ejercicio, los perjuicios derivados de la reforma de la estiba y del virus informático Petya.
A pesar de todas estas circunstancias adversas, nuestro puerto ha mantenido durante el año que finaliza una alta cota de actividad, que podría incluso volver a alcanzar la cifra de los 100 millones de toneladas que logramos en el pasado ejercicio, lo que representó algo más del 20 % del total de los tráficos registrados por el conjunto de los puertos españoles.
Agradezco y felicito a todos nuestros trabajadores y a todos los trabajadores y empresarios de nuestra comunidad portuaria por su esfuerzo, su profesionalidad y su decidida apuesta por nuestro puerto, felicitación y agradecimiento de los que este año son especialmente merecedores por las dificultades que han tenido que afrontar.
El 20 % de las mercancías movidas del total de los puertos españoles debería ser un argumento más que suficiente para poner de manifiesto la importancia que la actividad del puerto de Algeciras tiene para la economía del país y, lo que es más importante, debería invitar a una profunda reflexión sobre las oportunidades de negocio y de creación de empleo que se pueden estar perdiendo por no dar solución a las graves carencias que padece este puerto.
Una de estas carencias, especialmente preocupante, es el ferrocarril. Cada año que pasa sin aportarse solución alguna a las deficiencias de que adolece esta vital infraestructura baja la competitividad de nuestro puerto y crece la ventaja de nuestros más directos competidores. La situación puede llegar a convertirse en irreversible y el daño que esta carencia le está infringiendo a nuestro puerto puede resultar irreparable. No nos quedan ya más argumentos que esgrimir ni más méritos que atesorar ni más instancias a las que acudir para solucionar este grave problema pero mantenemos la esperanza de que algún día se haga justicia con este puerto.
¡La Navidad también es tiempo de ilusiones!
Manuel Morón
Presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras