La internacionalización empresarial es una cuestión crítica para el desarrollo del tejido económico de una demarcación. Esto es algo incuestionable. Y es que la apertura a nuevos mercados, junto a la innovación, constituyen las claves que marcarán el camino al éxito de una empresa.
Pero ninguna de estas cuestiones es baladí. Suponen un esfuerzo muy importante para las empresas, sobre todo para las más pequeñas. Y es aquí donde instituciones como la Cámara de Comercio pueden hacer mucho, apoyándolas y guiándolas en su proceso de modernización e internacionalización. Es precisamente en estos ámbitos, junto a la formación y la creación empresarial, donde se fundamenta el núcleo de nuestra actividad.
Y abundando en este proceso de internacionalización empresarial quisiera reflexionar sobre diferentes cuestiones.
Hace apenas unos días tuve la oportunidad de acudir a la presentación del balance del Programa Internacional de Promoción, uno de los diferentes proyectos que esta Cámara promueve para promover la salida al exterior de las empresas y que, en la provincia, está liderado por las cámaras de comercio gaditanas y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Instituto de Empleo y Desarrollo Socioeconómico y Tecnológico de la Diputación Provincial. Esta presentación contó con la presencia de empresas beneficiarias del programa.
Las cifras y el impacto de su ejecución en la provincia han sido notables. Sólo en nuestra demarcación, además del soporte técnico ofrecido, la Cámara ha destinado más de medio centenar de bolsas de viaje para apoyar la visita a ferias internacionales y la participación en misiones comerciales de empresas de la comarca, fundamentalmente en el sector turístico y marítimo portuario, suponiendo para ellas una ayuda directa en sus desplazamientos. Un apoyo importante si tenemos en cuenta las dificultades que puede encontrar una empresa con presupuestos ajustados a la hora de diseñar su plan comercial anual. Por ello debe tener en cuenta que, en la Cámara, podrá encontrar asesoramiento y apoyo económico.
Todas las empresas participantes, y de las que pudimos oír de primera mano sus inquietudes a la hora de emprender una aventura internacional, pusieron en valor estos recursos adicionales. Pero además se puso de relieve otra cuestión: la confianza y el papel relevante que las empresas muestran en el exterior cuando van juntas y de la mano de las instituciones. La cooperación institucional y empresarial ofrece, sin lugar a dudas, un mensaje comercialmente muy potente frente a un cliente extranjero.
Un objetivo que nos lleva a promover sinergias que nos permitan trabajar más y mejor para las empresas, multiplicar recursos e incrementar el número de actuaciones y de empresas beneficiarias, convirtiéndonos en esos instrumentos útiles y eficaces al servicio de la competitividad empresarial. Y esto es, en definitiva, lo que podemos aportar al proceso de internacionalización de una empresa.
Carlos E. Fenoy Rico
Presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar.