La patronal de la estiba, ANESCO, ha decidido seguir negociando, este lunes próximo, con los representantes del comité de empresa de la Sagep del puerto de Algeciras las propuestas que ambas partes se intercambiaron, este martes, con el objeto de intentar alcanzar un acuerdo de forma inminente que pueda servir de base al futuro V Acuerdo Marco del sector.
Tras una reunión en la que las empresas se han planteado paralizar los contactos con los sindicatos, ante la inseguridad jurídica con la que se encuentran los negociadores del sector tras la amenaza de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de incoar expediente por el acuerdo de 29 de junio, los responsables de las terminales han decidido que, tras el Congreso Confederal de Coordinadora que se inicia en Sevilla, seguirán las conversaciones, que en algunos aspectos se encuentran muy avanzadas.
Tal y como avanzó El Estrecho Digital, las partes han cruzado propuestas modificadas respecto a los documentos anteriores, pero no van a hacer ningún tipo de valoración sobre las mismas, hasta la reunión del lunes que, al contrario que las llevadas a cabo esta pasada semana, podría volver a celebrarse en el puerto de Algeciras.
En principio, todo apunta a que ambas partes han cedido en sus pretensiones y el entendimiento podría estar próximo, lo que sentaría las bases de un futuro Acuerdo Marco, que el Gobierno se vería de nuevo obligado a respaldar, a pesar de lo dicho por la CNMC. Pequeños ajustes en la composición de las manos, donde se produciría una reducción inferior a la que, en principio, reclamaban las empresas, un aumento salarial basado en la productividad a pesar de la reducción de los emolumentos acordados por ambas partes y una vigencia del acuerdo por seis años, pueden ser el origen del documento que empresarios y sindicatos pretenden firmar antes de que expire a final de año, el convenio colectivo del puerto algecireño.
La parte social, ha cedido en sus pretensiones y, aún a pesar de ofrecer más de un 10% de rebaja y una contención de gastos para los próximos años, junto con la tan ansiada paz social, las empresas quieren mucho más, de ahí que no se haya rubricado el acuerdo en Madrid.