Una operación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía, la Agencia Tributaria, la oficina de la DEA en Madrid y el departamento de aduanas de Bremen (Alemania) ha culminado con la incautación en el puerto germano de Bremerhaven de 1.109 kilogramos de cocaína que viajaban ocultos en un contenedor procedente de Colombia, cuyo destino final era el Puerto de Algeciras.
La droga se encontraba entre un cargamento de ocho recipientes que contenían paneles de pladur como carga legal. El administrador de la empresa destinataria ha sido arrestado en España como presunto responsable de realizar todas las gestiones para la recepción de la droga.
La investigación comenzó en el mes de agosto, gracias a una información procedente de la oficina de la DEA en Madrid, al conocer la existencia de una organización criminal internacional que se encontraba asentada en España y se dedicaba a la introducción de contenedores marítimos contaminados con cocaína para su distribución.
Fruto de las primeras pesquisas se logró identificar una empresa, ubicada en Málaga y con sede social en Sevilla, que aparentaba realizar una actividad comercial lícita basada en la importación de materiales de construcción desde Sudamérica, mientras que su verdadero objetivo era la introducción de grandes cantidades de cocaína en nuestro país. Avanzadas las investigaciones los agentes averiguaron que el administrador de la sociedad involucrada había viajado a Colombia a fin de negociar los extremos del transporte con los proveedores de la sustancia estupefaciente. El cargamento procedía de Santa Marta (Colombia) y aunque su destino último era Algeciras, se alertó también a las autoridades alemanas, país de tránsito de los contenedores.
Una vez que el envío llegó a territorio germano, las autoridades del país inspeccionaron los contenedores recibidos en el puerto de Bremerhaven. En uno de ellos encontraron un hueco estanco fabricado en el interior de un palé de planchas de pladur. En su interior había 935 paquetes de cocaína, con un peso de 1.109 kilogramos. Con el objeto de localizar y arrestar a los responsables de recibir la droga en Algeciras, los responsables de la operación decidieron la no interrupción del trayecto de la mercancía simulando que no había sido manipulada. Una vez en España, la organización retrasó sin fecha la recogida del contenedor contaminado, al sospechar que podía haber sido inspeccionado.
Posteriormente los agentes localizaron y arrestaron al responsable de la recepción de la carga ilegal, el administrador de la empresa investigada que realizó todas las gestiones necesarias para la recepción de la sustancia ilegal.