La Asociación Hombre y Territorio, con el apoyo por la Fundación Biodiversidad, ha comenzado un proyecto sobre cambio climático, temperatura del mar y varias especies de corales: los espacios protegidos incluidos en el estudio, pertenecientes a la Red Natura 2000, se distribuyen por todo el litoral del Mar de Alborán.
Una de las múltiples señales del cambio climático se releja en los valores cada vez mayores de la temperatura superficial del mar: la atmósfera se está calentando y ésta transfiere parte de ese calor al océano, el gran regulador mundial. Pero al igual que con el CO2 –cuyas consecuencias parecen detectarse en el descenso del pH del agua del mar–, el océano está comenzando a dar señales de saturación, de no poder tamponar más los incrementos tan enormes que se están produciendo.
El aumento de temperatura del mar, detectable primero en las capas más superficiales, puede ocasionar daños «muy relevantes» en espacios y especies marinas, muchas de ellas consideradas en peligro o vulnerables a la extinción, endémicas, indicadoras de calidad del agua o explotadas comercialmente: cambios en las franjas de temperatura viables para los organismos pueden hacer que estos desaparezcan –caso de las más amenazadas o aisladas– o pueden provocar que aparezcan competencias con otras que logran expandirse gracias a estos cambios en su ambiente.
De hecho, existen multitud y cada vez más crecientes estudios que corroboran esta tendencia y que documentan casos puntuales, regionales o mundiales de ajustes entre especies a raíz de estos cambios en la temperatura del medio.
Uno de estos grupos son los corales. Hombre y Territorio, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha puesto en marcha un proyecto dentro de las ayudas a proyectos de adaptación al cambio climático que pretende aportar una valiosa información en un zona muy vulnerable al cambio climático como es el mar de Alborán y en varias especies de corales consideradas de alto valor ecológico.
Para ello, se han colocado estaciones de seguimiento de temperatura del mar en la primera franja de 25 metros en los espacios naturales de Cabo de Gata-Níjar (Almería), Punta de la Mona (Granada) y Estrecho (Cádiz). Todos estos espacios forman parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía) y de la Red Natura 2000.
Estas estaciones, formadas por varios sensores de temperatura que recogen datos cada hora a las diferentes profundidades, aportarán un valor real, actualizado y en profundidad de las tres zonas de estudio, distribuidas por todo el litoral norte del Mar de Alborán.
De forma paralela, se han seleccionado estaciones de seguimiento de especies, para comprobar la evolución de estas y su posible relación con el permanente aumento de la temperatura en sus zonas de distribución. Las especies incluyen corales considerados endémicos (exclusivos) del mar Mediterráneo con un elevado estatus de vulnerabilidad y corales hace unos años inexistentes en estas costas pero cada vez más frecuentes y con una elevada posibilidad de interacción con éstos.
El proyecto, de un año de duración, cuenta con el apoyo de los espacios naturales incluidos en el proyecto y de varias instituciones nacionales de investigación y de conservación. Además, se enmarca en el proyecto LIFE IP Intemares ‘Gestión integrada, innovadora y participativa de la Red Natura 2000 en el medio marino español’, que coordina el Ministerio a través de la Fundación Biodiversidad.