El secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Alberto López-Asenjo, ha manifestado que «será absolutamente necesario establecer medidas concretas para recuperar la sardina» a partir de enero de 2018, estableciendo cupos «lo suficientemente adaptados para abastecer y llevar al mercado una cantidad que alcance un valor y que permite la dignificación de la actividad».
Así ha indicado que hay que esperar a conocer las propuestas definitivas y analizarlas, pero «lógicamente habrá que establecer distintas medidas que en función de la gravedad del problema serán más o menos restrictivas».
«Está claro que el modelo de pesca libre debemos ir abandonándolo e ir hacia un modelo de gestión o autogestión de cuota semanal, o diaria, como ya se viene produciendo en muchos casos demostrándose además que son modelos positivos», ha dicho López-Asenjo, que se ha referido al ejemplo de la Xunta de Galicia que estableció para la sardina del Cantábrico cupos semanales de 3.000 kilos.
Ha añadido que todo el sector es consciente de la difícil situación que atraviesa la sardina por lo que ha considerado que «todos entenderán que se tomen las medidas con urgencia para que sean aplicables a partir del uno de enero».
En el caso del bonito, el secretario de Pesca ha indicado que «las proyecciones son bastante más favorables» por lo que les gustaría conseguir incrementos de cuota sustanciales pero también hay que atender las recomendaciones y los dictámenes científicos. En este sentido ha manifestado que al igual que se solicita siempre que las reducciones de cuota sean graduales y progresivas, los incrementos también deberán ser así porque «hay que ser coherentes y consecuentes».
López-Asenjo ha previsto que las negociaciones sobre cuotas pesqueras serán «duras» el próximo ejercicio porque «las previsiones científicas no son muy favorables y estamos en un escenario en el que nos faltaría conocer el estado de la sardina».
«Tenemos un indicador que es el rendimiento máximo sostenible que hay que cumplir antes de 2010 y ahí es donde la Comisión Europea lógicamente hace propuestas restrictivas para lograrlo cuanto antes, mientras que la posición de España es que aún tenemos unos años de margen», ha dicho López-Asenjo, que ha añadido que el objetivo es cumplir esas propuestas pero sin poner en riesgo la propia actividad.