La escena, por mucho que pueda parecer un montaje es real. Ocurrió en una charca de Oak Park, en Australia. Melissa Hatheier, una agente inmobiliaria sacó con sus propias manos a un tiburón de un metro de longitud atrapado en el citado espacio para devolverlo al mar. Según declara la protagonista al periódico local The Leader, su madre le llamó y le dijo que había un tiburón en la charca, así que se dirigió junto con sus hijos hasta allí. Al constatarlo, sin pensárselo, se metió en el agua para liberarlo. Su hija Shannon grabó el momento y su agencia de inmobiliaria publicó el vídeo en su cuenta de Facebook, donde se ha convertido en viral.
En declaraciones a The Leader, Hatheier se mostró muy sorprendida por la atención que ha causado su acción. “Solo quería coger un pequeño tiburón. Si hubiera tenido dientes grandes no lo hubiera hecho”, aseguró. Melissa dijo que no sabía si se trataba de un tiburón wobbegong o port jackson, ambos inofensivos para el ser humano.
”El agua estaba clara y se podía ver bien al tiburón que solo tenía un metro de largo. Empecé a nadar a su alrededor y se estresó tanto que comenzó a darse cabezazos contra las rocas” continuó Melissa.
“Lo llevé a aguas poco profundas, salté sobre él, puse mis rodillas en sus aletas y lo cogí por el cuello para que no pudiera morderme. No era muy pesado, pero su piel era áspera, como papel de lija” dijo la valiente australiana. “Simplemente lo tiré por el borde de la charca al agua y lo vi nadar” concluyó.