El `Ni un paso atrás´ ha marcado un antes y un después en el mundo de la estiba. El lema utilizado por los trabajadores portuarios como frente común para luchar por sus derechos en el conflicto abierto con el Gobierno tras la reforma impuesta por la Unión Europea, ha terminado uniendo a la gran familia que componen los 6.000 estibadores que se reparten por los puertos del país.
Decenas de reuniones, centenares de llamadas, múltiples viajes y una misma incertidumbre a la que se le terminó buscando una salida en forma de Decreto que permitía sellar la paz tras meses de intranquilidad.
Tras esto, además de la satisfacción de los logros alcanzados a nivel profesional, queda el ejemplo dado al resto de la sociedad española, haciendo que otros sectores lo hayan tenido como referente a la hora de reivindicar sus derechos. Pero lo más importante es la unión, el compañerismo y la amistad que se ha fomentado en muchos casos, ya en el ámbito personal.
Todo esto se refleja en historias como la que han empezado a escribir ocho estibadores. Aunque es una idea que venían sopesando desde hace varios meses, no ha sido hasta estos días cuando se han puesto de acuerdo para emprender un nuevo camino juntos, el más emblemático por su significado histórico, el de Santiago.
A ellos se han unido un compañero desde Mahón (Baleares), un tinerfeño y, como ejemplo de que los ecos de la pugna española pasaron fronteras, un estibador del puerto de Brujas (Bélgica).
Por delante, más de 200 kilómetros y tiempo suficiente para recordar los muchos méritos que les han llevado a entrar en la historia de la lucha obrera de este país y el viejo continente, bajo el lema de la unión y el compañerismo y siempre sin dar `ni un paso atrás´.