España ha superado la cifra de 400 personas muertas por ahogamiento en espacios acuáticos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, con 408 víctimas mortales, cifra que en 2016 no se alcanzó hasta el 22 de noviembre y en 2015 hasta el 21 de diciembre.
Además de las muertes por ahogamiento, en lo que va de año han fallecido, al menos, otras 85 personas por accidentes ocurridos en espacios acuáticos y 1.547 han sido rescatadas en situaciones de peligro.
Las 408 personas muertas durante los primeros nueve meses del año suponen, según el Informe Nacional de Ahogamientos que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, un 12,7 por ciento más de las que se dieron en el mismo período de 2016, 46 óbitos menos, 362, y más del 24 por ciento (79 ahogados menos) de las registradas en el mismo período de 2015, en que se habían producido 329 muertes.
En Andalucía se ha producido una de cada seis muertes, el 16,7 por ciento, con 68 personas fallecidas. Le siguen Canarias con 65, el 15,9%, la Comunidad Valenciana, con 62 óbitos, el 15,2 por ciento, Galicia, con 51 muertes y el 12,5 por ciento, Cataluña (41 y 10%), Islas Baleares (23 y 5,6%), Cantabria (19 y 4,7%), Región de Murcia (17 y 4,2%), Castilla y León (13 y 3,2%), Aragón y País Vasco (9 y 2,2%), en cada caso, Asturias y Extremadura (8 y 2% en cada territorio), Comunidad de Madrid (5 y 1,2%), Castilla-La Mancha (4 y 1%), Ceuta (3 y 0,7%), La Rioja (2 y 0,5% y Navarra (1 y 0,2%).
La Ciudad Autónoma de Melilla es el único territorio español donde no se ha registrado ninguna muerte por esta causa hasta el momento. El perfil de la persona ahogada en España es un hombre (80%), de nacionalidad española (75%), de 35 o más años (73%), muerto en una playa (53%), o en cualquier otro espacio acuático sin vigilancia (89%), entre las 10.00 y las 20.00 horas (72%).