Nuevo estudios vuelven a poner de manifiesto que el calentamiento global asociado al cambio climático está afectando a la biodiversidad planetaria. Ahora, una investigación liderada por españoles ha constatado que el aumento de las temperaturas marinas está modificando algunos rasgos del genoma de los peces.
El trabajo, publicado en Scientific Reports (revista del grupo Nature), muestra que el calentamiento del mar está modificando la variedad de rasgos fenotípicos de los peces, es decir, las características que se heredan y que ayudan a los seres vivos adaptarse al entorno, sobrevivir y desarrollarse.
La investigación, cuyo primer autor es la investigadora Dafni Anastasiadi, contribuirá a conocer mejor el futuro impacto del cambio global en los peces a través de modificaciones epigenéticas en todo el genoma, indica el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una nota.
«La forma en que las señales ambientales son percibidas e integradas en el genoma es todavía poco comprendida y constituye un tema central en el estudio de la biología del desarrollo en un contexto ecológico», explica el director del trabajo y profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar, Francesc Piferrer.
«En los últimos años se están acumulando evidencias sobre el impacto de los factores ambientales en los mecanismos epigenéticos que regulan directamente la expresión génica y conducen a consecuencias fenotípicas duraderas. También es cada vez más evidente que los cambios epigenéticos contribuyen a la plasticidad fenotípica», puntualiza.
Piferrer explica: «Nuestro estudio muestra que temperaturas elevadas y constantes o cambios de temperatura tras la aclimatación, todas ellas dentro del rango predicho por los últimos modelos de calentamiento global (de 2 a 4°C), causan diferencias en la metilación global del ADN y en la expresión de genes relacionados con la respuesta al estrés, el crecimiento de los músculos y con la formación de órganos, entre otros. Todos ellos son esenciales para la supervivencia y el desarrollo».
«Es importante destacar que estos efectos dependen del estadio de desarrollo del pez, ya que son evidentes en larvas pero no en juveniles. Sin embargo, los efectos en los juveniles también podrían ocurrir con mayores tiempos de exposición o temperaturas más altas», señala Piferrer.
Tal como defienden los autores, los estudios futuros sobre las posibles consecuencias del cambio climático en los ecosistemas marinos en general, y en los peces en particular, también deberían considerar la existencia de este tipo de alteraciones epigenéticas.
Asimismo, «los muestreos de campo para determinar efectos del cambio climático deberían tener en cuenta la existencia de periodos sensibles durante el desarrollo temprano», concluye Piferrer.