El buque MV Cheshire llegó el día 13 de septiembre al puerto de Motril después de haber sufrido la descomposición química de su carga en aguas internacionales cercanas a las islas Canarias, siendo remolcado por el Red Sea Fos. «Por precaución y seguridad y siguiendo los consejos de Salvamento no se pusieron en marcha las maquinas principales del buque», aseguran desde Bibby Line, empresa propietaria del mismo, quien «ha mantenido los servicios de expertos en fuegos y química para asegurar que el buque esté seguro en todo momento hasta se haya completado la descarga residual que queda», aseguran.
«En el curso del incidente, los expertos han subido a bordo varias veces para estudiar el estado de las bodegas, coger muestras, mirar el estado del buque y asegurar que la carga ya se había descompuesto», continúa.
Sobre la carga, la empresa habla de «uno de los fertilizantes más comunes para las plantas, el NPK, es una mezcla de nitrogenados, fosfatos y potasas», explica. Tal como ha declarado el puerto de Motril, el uso del fertilizante NPK es muy común en la agricultura y se puede comprar en cualquier centro de jardinería donde se vende en forma de bolitas azules.
Después del incidente del buque en el que se descompuso la carga emitiendo un humo tóxico, «el fertilizante NPK se ha descompuesto en su totalidad. Desde el día 25 de agosto, cuando la carga ya había dejado de descomponerse y no emitía humo, se ha monitorizado la carga diariamente», matizan.
Este fertilizante es un producto seguro y no está clasificado como peligroso por la Internacional Maritime Organisation (Organización Internacional Marítima)
Bibby Line espera que «el análisis de las muestras se complete a finales de esta semana y se pueda descargar lo que queda de la carga»
Yara, dueño del fertilizante, «evaluará qué proporción del producto todavía puede ser utilizado. El resto será eliminado adecuadamente por una agencia experta en el manejo de estos tipos de residuos con todas las medidas de seguridad requeridas en estos casos y siguiendo todas las normas vigentes», detallan.
Tanto Bibby Line como Yara «quieren asegurar a la población cercana de Motril que no existe peligro alguno en la descarga de esta mercancía. Como en todas las tareas relacionadas con un buque, a los trabajadores se les proporcionará todo el equipamiento necesario para su protección de acuerdo con las normas vigentes. Sin duda, ambas compañías son muy estrictas en cuanto al bienestar de los trabajadores, tanto los propios como los que están contratados desde fuera», concluye el comunicado.