La magnitud de la emergencia humanitaria y la total ausencia de dispositivos de ayuda en las costas de Lesbos en septiembre de 2015 impulsó a Oscar Camps, profesional en el ámbito del salvamento, a poner en marcha una iniciativa personal que se convertiría poco después en el origen de esta organización, cuyo principal objetivo es evitar muertes y defender los derechos humanos en el mar.
La entidad ha consolidado su labor de equipo de salvamento tanto en aguas del Egeo, con un equipo permanente desde el inicio, como en el Mediterráneo central, donde lleva operando desde junio de 2016, poco tiempo después de que se firmara el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía con la consecuente reactivación de la ruta desde las costas de Libia.
Esta segunda misión arrancó a bordo de ‘Astral’, un motovelero de lujo cedido por un empresario y reconvertido después en barco de salvamento, que lleva rescatadas más de 15.000 personas y sigue operando en el Mediterráneo central en la actualidad.
Proactiva Open Arms ha consolidado su presencia en la zona de rescate y salvamento del Mediterráneo central bajo coordinación del cuerpo de guardacostas italianos, con participación permanente e ininterrumpida desde enero de 2016 a bordo del ‘Golfo Azzurro’ y, posteriormente, del buque insignia ‘Open Arms’, un antiguo remolcador de altura donado por una naviera y que tuvo que ser remodelado para poder realizar tareas humanitarias.
La organización lleva en la actualidad más de 33.000 vidas salvadas en ambas misiones, compuestas por voluntarios y voluntarias que dejan sus vidas unas semanas para ayudar en la frontera invisible más letal del planeta. Más de 220 voluntarios han formado parte de alguno de sus equipos.
No ha sido una tarea fácil, ya que, como denuncia en un comunicado, el colectivo ha sufrido “intensas campañas de desprestigio e incriminatorias dirigidas a las organizaciones no gubernamentales cuya misión principal es salvar vidas, a pesar de varios ataques por parte de un grupo de guardacostas libios, Proactiva Open Arms continúa no solo con su labor humanitaria, sino también con la denuncia ante cualquier incumplimiento de los Derechos Humanos”, señala.
Otro de los pilares y objetivos fundamentales de la organización es la sensibilización de la ciudadanía y en las escuelas sobre esta crisis humanitaria. Se ha generado una gran comunidad activa de seguidores en sus redes sociales y se ha convertido Open Arms en un canal directo de información sobre la realidad del Mediterráneo y de denuncia sobre la dramática situación actual.
Muchos de los voluntarios que han participado en alguna de las misiones han impartido charlas en comunidades escolares de todo el territorio español llegando a más de 15.000 estudiantes de todas las edades.
“Y solo gracias a la sociedad civil hemos podido cumplir nuestro segundo aniversario. Gracias a más de 45.000 donantes y su implicación activa para organizar actos de sensibilización y apoyo a nuestras causas, ha sido posible”, manifiestan. “El compromiso y la responsabilidad adquiridos en este tiempo son la base firme para seguir trabajando en nuevos proyectos de ayuda humanitaria y de sensibilización que se pondrán en marcha en un futuro cercano”, concluye.