Ha durado poco la alegría por la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de los elementos defensivos de la fortificación de la Isla de Tarifa, ya que, en las últimas horas, se ha tenido noticia de los actos vandálicos a los que se han visto sometidos algunos de estos elementos, por parte de algún desaprensivo que ha realizado grafitis en diversos puntos atentando así contra un elemento protegido del patrimonio histórico.
Los actos vandálicos se han producido en los muros y cuerpo de guardia de la batería del rediente o revellín de poniente, precisamente uno de los elementos más singulares de la Isla de Tarifa, construido durante la Guerra de la Independencia española por los ingenieros británicos entre los años 1812 y 1813.
Para el colectivo, «estos hechos no suponen sino una muestra más del abandono al que están sometidos los restos de la fortificación de la Isla de Tarifa desde que el enclave fue abandonado por los militares en 2001. Desde entonces es inexplicable el estado de deterioro de algunas construcciones, en las cuales es fácil detectar la mano del hombre, y eso pese a que el acceso es restringido».
«Demasiadas cosas no son normales en la Isla, como que los restos del derrumbe de la garita del revellín aparezcan desplazados del lugar donde cayeron inicialmente ¿Quién es el responsable?, ¿qué está pasando en la Isla de Tarifa?», se preguntan.
Tarifa 1812 teme que «la declaración como BIC de sus elementos de fortificación histórica no suponga ningún cambio dada la manifiesta incapacidad de las administraciones con competencia en su mantenimiento han demostrado hasta ahora. Muy pronto no habrá nada que proteger y sí mucho que lamentar», concluye.