El Algeciras Club de Fútbol contará oficialmente, desde este domingo, con el respaldo incondicional de una peña que nace del puerto de la ciudad, más en concreto, del sector de la estiba, aunque buena parte de sus integrantes llevan años siguiendo al conjunto rojiblanco, incluso, muchos de ellos han lucido y defendido esa camiseta en un terreno de juego o en los despachos, como directivos.
Todo comenzó a fraguarse hace unos meses, cuando los trabajadores se encuentran en una delicada situación por el conflicto abierto con la reforma del sector y la problemática suscitada con el Ministerio de Fomento, que amenaza, incluso, con acabar con los logros alcanzados tras años de lucha de esta clase obrera. Es entonces cuando desde muchos puntos de la ciudad comienza una corriente de apoyo que llega a trasladarse al fútbol, al equipo de La Menacha, que muestra su total respaldo, con varios gestos, entre ellos y, posiblemente el más llamativo, lucir la tercera indumentaria, totalmente naranja, en los últimos encuentros disputados lejos del Nuevo Mirador.
En forma de agradecimiento, ese respaldo se ve correspondido con la presencia, cada vez más masiva, de portuarios en las gradas, produciéndose una simbiosis que ha desembocado en otros gestos de colaboración entre ambas partes, hasta confirmarse ese matrimonio con el nacimiento de la peña `Estibadores Algeciristas´, que con el lema utilizado durante el conflicto del sector, `ni un paso atrás´, tratará de llevar en volandas al equipo rojiblanco hasta la Segunda División B.
ILUSTRES. Entre los más de 1.800 trabajadores que forman parte de la estiba del puerto algecireño se encuentran algunas caras conocidas y que tienen su parte dentro de la historia del Algeciras CF, entre los que destacan Miguel Rull, jugador de banda de finales de los 80; Juan Antonio García León, para muchos una de las mejores zurdas que ha salido de la zona y que pasó, además, por la cantera del Cádiz y ayudó al ascenso de la Real Balompédica Linense a la división de bronce tras doblegar al Hellín Deportivo. Precisamente equipo en el que militaba Alberto Campos, participando en esa polémica y recordada liguilla ante el equipo de Baby, que luego lo ficharía, sumando un posterior ascenso con el desaparecido Quico Álvarez. El técnico algecireño también repescó de la Balona, esa misma temporada, la 97-98, a Raúl Molina, que, con su gol a última hora en Utrera, permitiría al Algeciras lograr el pase para la promoción, alcanzando la Segunda B tras dejar en la cuneta a Mérida, Granada 74 y al mencionado Hellín Deportivo.
En los despachos también han liberado arduas batallas dirigentes como Juan Jaén, Rafael Serrano, el desaparecido Francisco González Cruzado, alma mater durante años del fútbol base algecireño; o más recientemente Manuel Pascual, que incluso llegó a ostentar el cargo de presidente de la entidad durante el mandato del empresario catalán Miguel Ángel Verdejo.
Todos estos recuerdos y anécdotas sirven para comprobar que la relación Algeciras – Puerto – Estiba no es de ahora, sino que lleva años, aunque desde estos días se haya dado oficialidad con el nacimiento de una peña de animación.
FOTOS: Martín Gil.