Tras varios días de fuerte viento de Levante, el deportista Antonio de la Rosa aprovechó las escasas horas de Poniente del pasado lunes para cruzar el Estrecho de Gibraltar y proseguir con su reto de dar la vuelta a la península ibérica en paddle-surf por aguas mediterráneas.
Salió remando por mar de madrugada con su tabla hinchable de paddle-surf desde la playa Los Lances, en Tarifa, tras 20 kilómetros tranquilos, en los que fue paralelo al Parque Natural de El Estrecho, al llegar a Punta Carnero, las condiciones cambiaron y para recorrer los tres Kilómetros que le separaban de la Playa Getares tardó una hora.
El cruce de la Bahía de Algeciras se convirtió en el momento más peligroso de la jornada, cuenta Antonio de la Rosa: “Estaba un poco asustado, desde la playa se ve cómo cruzan con una frecuencia excesiva los ferrys a Ceuta, Tánger.., además de algún barco grandísimo”. “En un principio decidí bordear la Bahía, pero me calenté y crucé directo a La Línea de la Concepción. Eso parecía la M30 en hora punta”, asegura el aventurero que comenzará una nueva jornada desde Marbella, después de superar las etapas más complicadas de la zona Sur de la península ibérica.
Dentro del Mar Mediterráneo, las previsiones de vientos de Levante le seguirán obligando a mantenerse en alerta y realizar un esfuerzo superior para continuar con su objetivo de llegar a Portbou, en Gerona, momento en el que habrá completado su reto “Vuelta a la Península Ibérica en paddle-surf”.
“He remado más de 2.000 kilómetros sobre la tabla de paddle-surf desde que comencé en Fuenterrabía (Guipúzcoa). Siento el cansancio. Al principio me protegía las manos con esparadrapo para minimizar el roce del remo, pero tras tres meses de expedición las ampollas se han convertido en durezas compactas y no necesito ni protección. Nadie dijo que salir fuera de la zona de confort fuera a ser fácil”, bromea Antonio de la Rosa.
El deportista es conocido por ganar en 2014 la prueba francesa de cruce del Océano Atlántico a remo y en solitario Rames Guyane. Ese mismo año, recorrió con esquís de fondo los 1.700 kms de la prueba Iditarod, en Alaska. En 2015, unió en paddle-surf por el río Tajo-Madrid con Lisboa. En 2016, realizó la primera navegación con la misma disciplina por el Círculo Polar Ártico.