Los baños de mar combinados con «la humedad ambiental y la exposición solar limitada, por el efecto antiinflamatorio del ultravioleta del sol» pueden resultar beneficiosos para las personas con determinadas enfermedades en la piel como ezcemas atípicos, psoriasis o acné, según ha destacado Mayte Truchuelo, dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y de Vithas Internacional.
El agua marina es rica en minerales esenciales que pueden aportar beneficios a las células de la piel, así como incrementar la circulación de la sangre en toda la superficie de la piel.
Asimismo, las propiedades antisépticas que posee pueden contribuir a la curación de pequeñas heridas, rozaduras o cortes y a la prevención y tratamiento de determinadas infecciones, entre ellas las que se producen alrededor de las uñas y manos, conocida como panadizo.
También, aporta buenos resultados en la limpieza de los poros obstruidos, de ahí su utilidad en el tratamiento del acné y otras patologías y su uso como exfoliante. Además, entre los múltiples beneficios de la sal destaca su efecto exfoliante y antiséptico.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la sal también puede producir irritación en la piel y al contacto con mucosas, sequedad y deshidratación, por ello, aunque los baños en el mar son beneficiosos, la aplicación directa de la sal en tratamientos estéticos dermatológicos no resulta tan recomendable.