Según revela una nueva investigación, protagonizada por científicos de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, un virus que infecta el plancton oceánico puede reprogramar las células y cambiar la forma en que absorben los nutrientes, lo que podría modificar la manera en la que el carbono se almacena en el océano.
Estos expertos han examinado el ADN del virus OTV6, que infecta el fitoplancton (microbios similares a plantas que flotan en la parte superior del océano).
El virus ha robado un gen del fitoplancton, que tiene el sorprendente efecto de hacer que el plancton infectado absorba mejor ciertos nutrientes durante un periodo, antes de que el virus los mate. Gran parte del carbono del planeta es almacenado en el mar por un proceso de muerte de algas y hundimiento al fondo del océano, y esta investigación muestra una nueva característica de ese proceso.
«La disponibilidad de vitaminas y nutrientes determina cómo funciona este fitoplancton», dice el profesor Thomas Richards, de la Universidad de Exeter. «Hemos demostrado que este virus reprograma cómo el fitoplancton obtiene nutrientes, lo que afecta a su crecimiento y es probable que influya en la forma en la que absorben el dióxido de carbono», afirma.
CÉLULAS `MÁS COMPETITIVAS´. «Las células que tienen el virus son más competitivas en el corto plazo. Esto es beneficioso para el virus en términos de su propia reproducción y cuando el virus está listo, mata a la célula y libera más del virus para infectar a otros», detalla este investigador, que investigó junto a sus coleas la especie de fitoplancton llamada ‘Ostreococcus tauri’.
Los virus a menudo alteran la función de las células infectadas y, en este caso, cambian la forma en que el fitoplancton absorbe el amonio (que es una importante fuente de nitrógeno para el fitoplancton marino). «Esto es importante porque la disponibilidad de nitrógeno a menudo limita el crecimiento del fitoplancton», destaca el doctor Adam Monier, también de la Universidad de Exeter.
«Nuestros hallazgos muestran que un virus, usando un gen robado de un fitoplancton, puede controlar cómo los nutrientes son absorbidos por el fitoplancton infectado. Estos resultados tienen implicaciones para entender cómo los virus manipulan la fisiología y la ecología del fitoplancton e influyen en los ciclos de nutrientes marinos», agrega.
Los virus son muy abundantes en los océanos, pero los investigadores dicen que se ha trabajado relativamente poco para entender cómo cambian sus huéspedes y, por lo tanto, los ecosistemas más amplios que habitan. La investigación –publicada en ‘Proceedings of the National Academy of Sciencies’, dirigida por Exeter y financiada por la Fundación Gordon y Betty Moore y la Royal Society– involucró a colaboradores de universidades de Francia, Canadá y Estados Unidos.