El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha defendido este jueves la creación de una reserva de pesca frente a la costa de Conil de la Frontera (Cádiz) para impulsar así, «de manera decisiva», la calidad de una flota cien por cien artesanal y generar un mayor valor añadido en torno a su marcado carácter sostenible.
Así lo ha puesto de relieve durante su visita a la lonja de la localidad, donde ha asumido como propio el proyecto en el que trabaja desde hace años la Cofradía de Pescadores del puerto, que cuenta con hasta 61 barcos, todos ellos de artes menores (sobre todo, redes de enmalle y artes de anzuelo), según ha informado la Junta en una nota.
Además, ha añadido que apoyan la iniciativa y se ponen al servicio del sector para, entre todos, lograr su aprobación por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Rodrigo Sánchez Haro, que ha recordado que la competencia es estatal al tratarse de aguas exteriores, ha argumentado que la importancia de la reserva de pesca reside en que combina la protección y conservación de una zona rica en biodiversidad, con especies de alto valor (urta, borriquete, bocinero, besugo), con el fomento de la pesca sostenible y selectiva que practica la flota artesanal.
Esto supondría, por tanto, en palabras del consejero, un «verdadero revulsivo» y reforzaría la marca y la capacidad de generación de riqueza de una lonja que, con una facturación total en 2016 de 3.647.883 euros por la comercialización de 524.667 kilos de productos frescos, acapara el 51,8 por ciento de las descargas andaluzas de pargo o bocinegro (580.443,04 euros y 32.560,30 kilos) y el 32,4 por ciento de las ventas regionales de pez sable (447.913,29 euros y 107.730,20 kilos).
Por otro lado, ha indicado que la actividad pesquera en Conil, entre la que destaca también la captura de especies como el burro o borriquete (309.691 euros y 74.592 kilos), el pulpo (303.558 euros y 51.135 kilos) o la urta (238.644 euros y 13.006 kilos), mantiene un total de 271 empleos directos, de los que 261 son tripulantes de embarcaciones, ocho se dedican a la acuicultura marina y otros dos disponen de licencia para la extracción de recursos a través de la inmersión. Se estima, además, que por cada nueve de estos puestos de trabajo se crean otros diez indirectos, por lo que la cifra de ocupación se eleva hasta las 572 personas.