La naviera danesa Maersk ha calculado que los daños causados por el ciberataque mundial sufrido en sus instalaciones el pasado 27 de junio pueden ascender a 300 millones de dólares, después de que sus líneas de negocio vinculadas a los contenedores, se vieran afectadas por el virus Petya.
El 27 de junio, las terminales de la compañía danesa, se vieron obligadas a parar totalmente su actividad, como consecuencia del cibersecuestro de sus datos, a través de un virus similar al WannaCry, que en mayo perjudicó a más de 200.000 usuarios en 150 países.
El ciberataque mantuvo durante más de cuatro días, las instalaciones de APM Terminals en el puerto de Algeciras, sin prácticamente actividad alguna, dado que la compañía ordenó apagar todos los equipos informáticos, hasta que los expertos lograsen rescatar a los ordenadores de la compañía del cibersecuestro sufrido. Esto provocó que, las colas de camiones se sucediesen durante varios días a las puertas de la terminal, ya que en principio, la apertura se tuvo que hacer manual y posteriormente, se fue activando hasta operar al cien por cien.
El CEO de Maersk, Søren Skou, ha reconocido que fueron golpeados por el ciberataque, “que principalmente ha perjudicado a Maersk Line, APM Terminals y Damco”. “El negocio se vio afectado negativamente por un par de semanas en julio y, como consecuencia, los resultados del tercer trimestre se verán damnificados”, ha señalado el responsable de la naviera danesa.
A pesar del daño sufrido, Maersk ha registrado un crecimiento en sus ingresos de 9,6 billones de dólares, en el periodo de abril-junio en 2017, lo que significa un aumento de 8,4% respecto al mismo trimestre del año anterior.