El proyecto del crucero «Ecoship», un innovador trasatlántico que pretende incorporar las últimas novedades en cuanto al uso de energías renovables y convertirse en una referencia para la sostenibilidad del transporte marítimo del futuro, se está diseñando en España.
La firma especializada en diseño y arquitectura naval Oliver Design, con sede en la localidad vasca de Getxo, ha sido seleccionada por la ONG japonesa Peace Boat, candidata a Premio Nobel de la Paz y promotora de este ambicioso proyecto para el diseño y construcción de un crucero de alta gama respetuoso con el medio ambiente.
La compañía española lleva trabajando en este proyecto desde 2012, y hasta la fecha ha llevado a cabo la totalidad del diseño arquitectónico del barco, desde los primeros bocetos hasta el plano con la disposición general del buque, incluyendo detalles de camarotes y espacios públicos, vistas exteriores en 3D, videos y demás elementos de proyección y visualización del barco.
En este proyecto pionero, Oliver Design trabaja en colaboración con un equipo de expertos mundiales, incluyendo ingenieros, científicos y teóricos de reconocido prestigio en eco-tecnologías y en construcción naval. Todos ellos están coordinados por el project manager de Peace Boat, el doctor ingeniero naval Andrés Molina, de contrastada experiencia en el sector de los cruceros.
El acuerdo de intenciones, firmado en mayo por el armador con el astillero finlandés Arctech Helsinki Shipyard Inc., ha supuesto un espaldarazo para puesta en marcha del proyecto. El objetivo de la ONG nipona es que el constructor pueda entregar el barco en el año 2020, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El «Ecoship» está diseñado como un trasatlántico de alrededor de 60.000 toneladas de registro bruto, con capacidad para acoger hasta 2.000 pasajeros en sus 750 camarotes. Con 250 metros de eslora por 32 de manga y ocho de calado, el barco alcanzará una velocidad de crucero de 17 nudos y máxima de 21 nudos. Se trata de un proyecto único en el mundo, ya que pretende incorporar las más avanzadas tecnologías energéticas no en un navío experimental, sino en un buque de gran tonelaje. La industria del transporte marítimo es actualmente uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases del efecto invernadero, por lo que el objetivo es demostrar a armadores y constructores que es posible lograr un transporte naval más sostenible.