El artistas emeritense, aunque afincado en La Coruña, Teo Soriano desembarca por primera vez en la Asociación Alcultura, en Algeciras, con una exposición individual titulada ‘N-IV’, que incluye un conjunto de obras que en su gran mayoría inciden y profundizan en su poética de despojamiento radical de afeites y ornamentos.
«Lo que ves es lo que ves», la conocida frase de Frank Stella que Teo Soriano ha convertido en un verdadero mantra, ilumina con luz sesgada una obra que, sobre todo en sus últimos registros, parece empeñada en la liquidación de la distancia entre el soporte y la imagen, en llevar a su mínimo infinitesimal la fisura entre signo y carne. La pintura alcanza entonces su umbral de visibilidad, su estado infra-delgado (infra-mince), acumulando en esa aproximación incuantificable su máxima tensión: un exceso descontrolado de ser, un derroche de representatividad recluida que no encuentra superficie en que posarse.
El minimalismo de Teo Soriano transita en estas últimas series por los caminos de la renuncia y el abandono, hasta alcanzar -paradójicamente- nuevas cotas de expresividad. Un minimalismo que ahora mira a oriente, al vacío-pleno de la estética Wabi-Sabi (el Zen de las cosas), en su búsqueda y aceptación de la belleza áspera, humilde, mellada, descolorida y, sobre todo, desechada: «todo lo que la gran ciudad desechó, todo lo que perdió, todo lo que despreció, todo lo que ha hecho pedazos, él lo cataloga y lo colecciona» (Charles Baudelaire). Así se cruzan en esta exposición sus ya clásicos monocromos, cada vez más sutiles y «desempastados», los hermosos e inquietantes combine painting de vida multiplicada, y el «azar objetivo» de sus pinturas encontradas, en las que el artista deviene archivero de indicios y catalogador de desperdicios; el taller se torna fichero de posibilidades donde viene a parar todo lo que decidimos conservar porque de alguna forma intuimos que en esos restos duermen las respuestas a preguntas que todavía no acertamos a formular. Lentamente, maceradas en pigmento y tiempo, las imágenes se incuban en ese útero nutricio y multiforme.
Soriano, que realizó sus estudios superiores de Bellas Artes en las Facultades de Salamanca y Pontevedra, ha llevado a cabo numerosas exposiciones individuales, las últimas de ellas «Pinturas y ensamblajes», en la Galeria Guillermina Caicoya, en Oviedo, en 2016; y A-6, en la Galería Magda Bellotti, en Madrid, en 2015. Asimismo, ha expuesto individualmente en galerías de Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Barcelona, Badajoz y Salamanca. También ha participado en numerosas muestras colectivas, siendo las más recientes «Drawing Room 2017», en el stand de la Galería Magda Bellotti, en Madrid; y «50 Negros», en la Sala Josep Renau, de la UPV, en Valencia; así como en el Stand de la Galería Marc Domènech, en ARCO 2016.
Galardonado en 2015 con el Premio Navacerrada, ESTAMPA 2015, en Madrid, su obra forma parte también de destacadas colecciones. Una vez inaugurada, su primera exposición en AlCultura estará abierta al público hasta el 31 de agosto, pudiendo ser visitada en nuestro horario de verano, de martes a viernes, de 19.00 a 22.00 horas.
La muestra, inaugurada en los Boxes de la Dársena de El Saladillo, permanecerá abierta al público hasta el próximo 31 de agosto, de martes a viernes, de 19.00 a 22.00 horas.