Artemisa, de Silvia Prado, ganador de Greenweekend

Algeciras ha acogido este fin de semana su primera edición de Greenweekend, un encuentro para emprendedores del sector medioambiental promovido por Enviroo y que ha contado con con la cofinanciación del Ayuntamiento de Algeciras y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El encuentro ha buscado apoyar el desarrollo de proyectos sostenibles para promover la economía verde y la generación de empleo de calidad en el Barrio de la Caridad y en la ciudad.

Más de 20 emprendedores han propuesto sus ideas, entre las que se han elegido cuatro finalistas que han presentado y defendido sus proyectos el domingo ante el jurado. Después de horas de trabajo colaborativo, asesoramiento de mentores apoyando a los proyectos y de varias charlas de formación, el jurado ha decidido entre los proyectos finalistas a los proyectos ganadores de esta edición, que han recibido premios para seguir adelante con sus proyectos.

El primer premio ha sido para Artemisa, un proyecto de Silvia Prado. La idea propuesta, en torno a la que se ha trabajado todo el fin de semana, consiste en ofrecer experiencias de aprendizaje en el entorno natural de Algeciras. De esta manera, ha diseñado para los centros escolares programas de educación ambiental en la Reserva de la Biosfera Parque del Centenario. Además, a las empresas y grupos les ofrecen actividades únicas como las denominadas ‘Desayuno con Espías’, ‘Escape Room’ o ‘team buildings’.

El segundo premio lo ha recibido Tarifa Ecohouse, una idea de Fátima Martínez e Igor Valencia. La idea de estos emprendedores consiste en un proyecto de alojamiento sostenible en un entorno natural empleando yurtas mongolas como habitaciones. El proyecto será 100% sostenible y tendrá cultivos ecológicos a disposición de los clientes, además de talleres de vida sana. El proyecto busca ser la referncia en turismo sostenible en la zona de Tarifa.

Uno de los finalistas ha sido finalista My Kitchen Garden, de Javier Rodriguez, un proyecto para el diseño e instalación de huertos orgánicos en casas particulares. La idea consiste en aprovechar las zonas ajardinadas de casas de clientes ofreciendo un seguimiento fotográfico de la producción y facilitando semillas sin componentes transgénicos. El proyecto se plantea como alternativa para fomentar el autoconsumo y tener el total conocimiento y control del consumo.

Por último, ha sido también finalista Mi Huerto de Barrio, de Irene Moyano de Diego. Este proyecto promueve el cultivo y la obtención de alimentos saludables en el barrio. Mediante la rehabilitación de barrios deprimidos a través la instalación de huertos urbanos, el proyecto busca favorecer la integración social, el voluntariado y la educación ambiental.

Salir de la versión móvil