El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya conoce la intención firme de los sindicatos de la estiba de ir a la huelga, por lo que ha anunciado la puesta en marcha de un «operativo» que, junto con las distintas autoridades portuarias, se dedicará a «seguir y analizar» el desarrollo de la jornada de huelga para «garantizar el cumplimiento de los servicios mínimos».
A pesar de ello, el ministro abogó por que las dos partes, sindicatos y patronal de la estiba, «vuelvan a sentarse a negociar y se desconvoque la huelga, dado que los paros tensan las negociaciones». «Creo además que hay voluntad de las partes para alcanzar un acuerdo, no creo que haya ningún obstáculo para ello, es más una cuestión de tiempo y de forma del desarrollo del mismo», consideró De la Serna.
El ministro expresó el jueves su «preocupación» por el impacto que los paros tendrán en la economía, al asegurar que su efecto «se extenderá más allá de la duración del conflicto».
Por lo que al Ministerio respecta, su titular indicó que ya está previsto un «comité interministerial» y todo el operativo que el lunes, a la misma hora que arrancan los paros, comenzará a realizar el correspondiente seguimiento y a velar por el cumplimiento de los servicios mínimos.
SERVICIOS MÍNIMOS. Estos servicios esenciales, que ya estaban dictados para calendarios de huelga anteriores que finalmente no se secundaron, garantizan el 100% de los servicios necesarios para las operaciones que afecten a mercancías perecederas o peligrosas, y para abastecer de suministros especiales, esenciales y sanitarios a los territorios insulares.
Para el resto de los barcos, se establece el «porcentaje necesario para garantizar un rendimiento no inferior al 50% del promedio del año natural anterior en una jornada comparable por horario, tipo de mercancía y terminal».