Un centenar de personas han participado en la Jornada de Conocimiento “Un Siglo Sin Tren” organizada por la asociación @ndalucíabay20.30, que contó con la presencia de Manuel Morón, presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar y Manuel Doblado, presidente de la AGI.
La jornada dejó un ruego generalizado: Por favor, no más primeras piedras del ferrocarril, ya es hora de colocar la última piedra. Antes, el presidente de @ndaluciabay20.30 recordó el artículo 1 del proyecto de Ley aprobado en el Senado de España el día 21 de enero de 1919, donde se autorizaba al Gobierno de Su Majestad a construir y explotar por su cuenta un ferrocarril de doble vía y 1,44 metros de ancho de carril, con tracción eléctrica, que una la frontera francesa con el Puerto de Algeciras.
Igualmente, precisó que en una reunión en enero de 2015, el Ministerio de Fomento presentó la situación real de la línea Algeciras-Bobadilla en un documento donde se reflejaban las actuaciones ya realizadas, con una inversión total inferior a 20 millones de euros -de los que 17 corresponden a actuaciones en el interior del recinto portuario y sufragadas por la propia APBA– y las pendientes, que están valoradas en 1.280 millones de Euros.
Fenoy describió en su intervención un análisis histórico del ferrocarril, demanda de la Cámara de Comercio desde su acta fundacional en 1909. Hizo hincapié en la exposición de motivos del decreto aprobado en 1919, donde se indicaba que, aunque el proyecto fuera gravoso en un primer momento para el Estado, se compensaría en poco tiempo por la actividad económica que implicaría. Bajo su punto de vista, esta exposición de motivos sigue estando vigente. Un dato que recalcó al igual que el ponente anterior fue que cada año se cargan en la Bahía de Algeciras unos 700.000 camiones, uno cada 45 segundos.
El último de los ponentes, Manuel Doblado, quiso dar un enfoque diferente a su exposición, presentando datos de la Asociación de Grandes Industrias. Las empresas que integran esta asociación han invertido en los últimos años aproximadamente 200 millones de euros anuales en una estrategia que Doblado denominó “crecer o morir”. En esta estrategia el ferrocarril tiene gran importancia porque mejoraría la competitividad de las empresas, que casi no lo utilizan.