Con la presentación de varios escritos ante la Comisión Europea y el propio Gobierno de la nación, Verdemar-Ecologistas en Acción ha solicitado que, en los acuerdos para el Brexit, se dé «una salida respetuosa con el medio y con la legislación española» a los «conflictos ambientales» que se mantienen abiertos con Gibraltar.
Según ha explicado a Europa Press el colectivo ecologista, en los últimos 30 años vienen denunciando «actuaciones impactantes» de Gibraltar que, «más que un impacto transfronterizo, se puede hablar de que han causado un impacto directo en el medio ambiente campogibraltareño, lo que incluye a la propia colonia».
En este punto, ha expuesto que la Unión Europea ha actuado en los últimos años «de nexo de unión entre la normativa ambiental de ambos lados de la frontera, actuando también como mediadora e inspectora del cumplimiento de la misma».
Por ello, van a solicitar por escrito, tanto a las autoridades europeas como a las españolas, que en los acuerdos de salida de Reino Unido de la Unión Europea «se salvaguarde la protección de los espacios protegidos existentes, al menos con el rigor y la planificación actual», ya que «ponen en riesgo la protección de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Estrecho Oriental español actual».
Al respecto, Verdemar ha recordado que la Directiva Hábitat creó las ZEC y ambos Estados, Reino Unido y España, vieron la necesidad de declarar las aguas que rodean al Peñón como ZEC «por la gran biodiversidad, la importancia histórica y paisajística que tiene la zona».
La denominación oficial de ambos espacios son ZEC Estrecho Oriental y ZEC ‘Southern Waters of Gibraltar’. Ambos tienen su plan de gestión y su regulación de usos y actividades. Además, hay otros espacios de interés comunitario en la zona, como las Zonas de Especial Protección para Aves y el ZEC ‘Rock of Gibraltar’, entre otros.
CONFLICTOS CONCRETOS. Entre los frentes abiertos, el colectivo ecologista ha aludido al bunkering que, pese a ser «la actividad que más aporte de hidrocarburos vierte al mar a nivel mundial», Gibraltar viene desarrollando en una zona en la que «está prohibido por ser un espacio natural protegido» -por el ZEC Estrecho Oriental-.
Por otra parte, ha hecho referencia a las «sucesivas construcciones sobre terrenos ganados al mar», así como a la «pesca ilegal del atún rojo, no habiendo transpuesto aún a la normativa gibraltareña la reglamentación de obligado cumplimiento de la UE sobre esta especie».
En cuanto a la gestión de residuos, desde los sólidos que se tiene por convenio su recogida en España hasta las aguas fecales que «hasta hace bien poco se han vertido directamente al mar sin ningún tipo de depuración», Verdemar ha subrayado que «aún no se cumple con los criterios de gestión y calidad del agua de la UE».
De la misma manera, ha destacado que «las emisiones atmosféricas del tráfico marítimo suponen el 30 por ciento del total en el Campo de Gibraltar», que es una zona «muy afectada por la contaminación atmosférica» y con «altos niveles de morbilidad y mortalidad, muy por encima de la media española».
Al respecto, ha recordado que han solicitado a la UE que «el Estrecho sea considerado como ‘mar cerrado’ en el que los buques deben usar combustibles menos contaminantes durante su paso», de manera que se reducirían «drásticamente» las emisiones de CO2 y otros contaminantes a la atmósfera. En este sentido, ha subrayado que, «obviamente, Gibraltar tiene que acogerse a esta medida para que sea efectiva», concluye.