El último anuncio del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sobre los objetivos de su departamento para finalizar las obras en curso del Corredor Mediterráneo y la voluntad política de impulsar dicho proyecto, aportando los recursos necesarios para poder hacer frente a los compromisos adquiridos, no han sentado nada bien en el Campo de Gibraltar, donde se sigue esperando algún gesto del Ministerio hacia la línea férrea Algeciras-Bobadilla.
De la Serna ha manifestado en las últimas horas que “no habrá ni un solo tramo del Corredor Mediterráneo que deje de hacerse o se ralentice como consecuencia de una falta de disponibilidad presupuestaria” y ha recordado que se ha hecho un importante esfuerzo desde el inicio de la legislatura para impulsar este Corredor en base a un ejercicio de realismo, un esfuerzo que ha calificado de positivo ya que permite que todo lo que se vaya a hacer de ahora en adelante sea evaluable y tenga su seguimiento.
Mientras el Ministerio de Fomento ya ha anunciado que va a seguir trabajando en todos los tramos en los que se pueda para poder licitar, adjudicar, iniciar obras o dar continuidad a las que ya existen con los recursos que sean precisos, los agentes socioeconómicos del Campo de Gibraltar permanecen atónitos, ante la falta de inversión en el tramo Algeciras-Bobadilla al que sólo se han destinado 20 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado.
Hasta ahora, los diferentes tramos del Corredor Mediterráneo han contado con una inversión que supera los 9.500 millones de euros de un total de 17.000 millones que contiene el ramal del Corredor correspondiente al Levante y de cara al trienio, 2017-2020 se espera que la inversión sea de un total de 3.122 millones de euros. El titular de Fomento ha reafirmado además el compromiso para que los tres tramos catalanes del Corredor puedan estar terminados en 2020.