El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, acompañado por Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, y Asier Atutxa, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, han inaugurado la nueva terminal de pasajeros del Puerto de Bilbao, ubicada en el muelle de cruceros Getxo 3, que este mismo miércoles ha entrado en funcionamiento, coincidiendo con la llegada del primer crucero del año, el buque Britannia de la naviera P&O Cruises.
La inversión total realizada por la Autoridad Portuaria de Bilbao asciende a cerca de seis millones de euros, de los cuales 4,6 han correspondido al edificio, un millón al gangway y 0,4 millones a la urbanización aneja.
Al igual que las grandes infraestructuras de transportes (estaciones ferroviarias, aeropuertos, etc.), este edificio se ha concebido como la primera puerta de acceso a Bilbao y, por ende, al País Vasco. Por ello, se ha buscado una imagen moderna atractiva pero, a la vez, dinámica y vigorosa, que transmita a los visitantes una fotografía de una sociedad moderna, laboriosa, emprendedora y plenamente implicada en valores de excelencia.
Su diseño se ha inspirado en el entorno, creando un edificio que no trata de imponerse, sino de integrarse en una zona tan privilegiada. A tal efecto, se ha recurrido a una morfología ondulante de la cubierta ligera de zinc inspirada en la sinuosidad de las olas que embisten contra el contramuelle de Arriluce, y se han utilizado unos cerramientos acristalados que permiten disfrutar en la práctica totalidad de la superficie de un marco tan incomparable.
En las soluciones arquitectónicas, se han recurrido a innumerables “guiños” hacia la arquitectura naval como pueden ser la forma de los soportes de la cubierta en forma de “V” semejantes a las utilizadas en las cubiertas de los antiguos buques o las “cuadernas” que configuran la estructura de la pasarela fija. Otros de los recursos arquitectónicos utilizados es el “desplome” de las fachadas principales (Norte y Sur) del edificio, al objeto de proporcionar un carácter dinámico e innovador acorde al tipo de infraestructura.
En la elección de los materiales también ha primado la funcionalidad, durabilidad, facilidad de mantenimiento, así como a la propia seguridad.
DEPENDENCIAS. El edificio dispone de las dependencias necesarias para dar servicio al tráfico de cruceristas (zona de espera, puestos check in, información turística, sala VIP, aseos, policía/guardia civil, recepción equipaje de embarque, zona de control de pasajeros desembarque, etc.).
Con estas actuaciones se pretende conseguir que el puerto de Bilbao se convierta en puerto base de cruceros alcanzando un volumen de 150.000 pasajeros/año. De hecho, las perspectivas para 2017 son muy positivas, ya que se espera el atraque de 58 cruceros y cerca de 94.000 pasajeros, lo que supondrá un incremento del 14% en el número de cruceros y del 10% en el de pasajeros con respecto la temporada pasada.