Quien fuese patron mayor de la Cofradía de pescadores de La Línea, Leoncio Fernández, deberá comparecer a las 10,00 horas de este miércoles en la Corte de Justicia de Gibraltar para responder por su presunta implicación en la extracción, en verano de 2014, de uno de los bloques de hormigón arrojados al mar un año antes por el Gobierno de Fabián Picardo. Su declaración ya ha sido aplazada hasta en cinco ocasiones, la última vez a mediados del pasado mes de enero. A pesar de ello, no se descarta que se pueda producir un nuevo aplazamiento, antes de que el Tribunal revise y confirme la fecha para el juicio, previsto para el 9 de mayo.
Fernández ha asegurado en reiteradas ocasiones que no tiene «nada que temer ni esconder», y sigue insistiendo en su nula implicación en el caso, afirmando que «no tienen pruebas» contra él, entre otras cuestiones porque su barco «no estaba capacitado para remolcar ese tipo de bloques». Asimismo, insiste en que no pueden acusarle de un robo.
Leoncio Fernández era el máximo responsable de la cofradía de pescadores de La Línea cuando los bloques de hormigón fueron arrojados al mar por parte de las autoridades gibraltareñas en agosto de 2013, argumentando que se estaba creando un arrecife artificial. Por su parte, los pescadores denunciaron que se estaba dificultando así las labores de pesca en la zona.
Fue en junio de 2014 cuando uno de estos bloques fue sacado a la superficie por buzos profesionales y miembros de la Fundación de Defensa de la Nación Española (Denaes), siendo acusado Fernández por parte de las autoridades gibraltareñas del robo de uno de los citados bloques.
Este episodio judicial se produce sólo dos días después de que las autoridades gibraltareñas volviesen a hostigar a dos pesquros linenses en aguas de la zona de Levante, en la cara este del Peñón.